En las series y películas donde la cita se hizo popular jamás fue un pájaro ni un avión aquello que alguien trataba de distinguir a lo lejos en el cielo. Siguiendo el paralelismo, esto no podía ser un bólido. «De bòlid res» dice una voz con autoridad en este mundo, el doctor Josep Maria Trigo, científico titular e I.P. del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias del Instituto de Ciencias del Espacio al observar con sus ojos de experto un vídeo grabado recientemente en Mallorca. ¿Cuál es su historia?
Un vecino de Capdepera captó hace unos días un elemento extraño en el cielo. Era por la tarde y a pesar de ello una forma esférica era perfectamente visible en el firmamento estirado. «Fue el mismo día que cayó el de Ciudad Real, pero por la tarde. Me ha extrañado que no saliera publicado en ningún sitio» decía al respecto el autor del documento.
Viendo las imágenes no sería descabellado pensar que se trataba de uno de esos objetos en llamas tras traspasar la atmósfera terráquea. Aparentemente existe una parte delantera con cierto volumen y una estela posterior pero que no les lleve a engaño. Los expertos han bautizado este fenómeno con el término «pseudobólido». Se trata de observaciones de muy distinta naturaleza, desde reentradas en la atmósfera de objetos artificiales como satélites o «chatarra espacial», hasta destellos o fenómenos meteorológicos poco comunes. En este caso «malauradament és una columna d'un avió a reacció en una geometria favorable per reflectir la llum solar», según ha indicado a este periódico el profesor Trigo.
«La observación de un bólido es uno de los momentos más emocionantes para cualquier aficionado a la astronomía y a pesar de que a simple vista se pueden ver o alguien con un equipo amateur los puede captar, estos eventos revisten un extraordinario valor científico dado que anuncian el encuentro de la Tierra con fragmentos de asteroides y cometas de grandes dimensiones. El estudio preciso de sus trayectorias en el cielo desde varios lugares permite establecer si se producen meteoritos y delimitar su lugar de caída», explican los científicos. Precisamente, estos pasados días se informó del paso de un asteroide relativamente cerca de nuestro planeta.
En este sentido la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos recopila valiosa información sobre estos eventos y se sitúa a disposición de la comunidad amateur para asesorarlos.
Por otro lado, según los especialistas, resulta común que personas con pocos conocimientos astronómicos den cuenta de innumerables pseudobólidos durante los días siguientes a la observación de un verdadero bólido, como sucede en el caso mallorquín con la referencia a otro episodio anteriormente captado por la red de observación. «Aquí caben tanto testimonios bienintencionados de personas que observan algo para ellos infrecuente en el cielo, hasta casos evidentes de fraude que buscan publicidad. Algunos medios de comunicación no suelen poner mucho de su parte para solventar esa situación y agravan el problema».
El apunte
Observación diurna
El especialista en bólidos aporta algunos consejos para observarlos durante el día. Estos son los principales pasos a seguir en caso de toparnos con uno de estos objetos celestes:
1. Antes de abandonar el lugar de observación haremos un boceto dibujando la trayectoria observada respecto a referencias fijas. En cuanto nos sea posible, volveremos al mismo lugar para tomar una imagen digital mostrando el horizonte y los detalles usados
de referencia.
2. Si disponemos de una cámara, tomaremos una foto que incluya la zona del cielo en la que el bólido se proyectó. Identificaremos en un boceto los puntos cardinales con ayuda de una brújula y posteriormente los marcaremos en la foto. Finalmente nos guiaremos de la altura sobre el horizonte de los objetos que veamos para dibujar los puntos de inicio y fin del bólido en la fotografía.
3. Intentaremos conseguir un GPS para facilitar nuestra latitud, longitud y altura. Si no podemos conseguirlo marcaremos en un mapa topográfico (escala 1:50.000) el lugar de
observación.