El dimoni es el principal rostro de las fiestas. Una celebración que cada año se festeja en las plazas y calles de muchos pueblos de Mallorca, pero que comienza conociéndose en las aulas, donde los escolares aprenden la historia de Sant Antoni i el dimoni. En muchas de las aulas de Infantil y Primaria del CIDE, los alumnos realizaban ayer sus propias máscaras de dimoni, mientras que en clase de música componían y cantaban glosses. Durante las últimas jornadas, en este centro educativo se ha trabajado de forma transversal e interdisciplinar, combinando varias asignaturas. Los estudiantes descubren así el origen de la fiesta, la gastronomía típica, los instrumentos e incluso componen nuevas gloses. «En matemáticas se plantea la resolución de problemas vinculados a la fiesta; y en plástica aprenden a hacer máscaras con materiales reciclados», comenta Judith Enciso, profesora del CIDE.

En todos los cursos se ha trabajado la temática ‘santantoniera'.

Las máscaras muestran gran originalidad y creatividad.
Este miércoles algunos de los escolares del centro realizarán una excursión para celebrar Sant Antoni. «Antiguamente hacíamos una torrada todos juntos, pero a causa de la COVID, este año iremos en grupos de dos clases a cinco lugares diferentes, como el Castell de Bellver, Salt des Freu o Caubet». El profesorado participa activamente en estas tradicionales fiestas. El profesor Toni Salom tocará el flabiol y junto a un amigo xeremier, ambos pertenecientes a las colles de Galilea y Puigpunyent, respectivamente, animarán la fiesta en el patio, donde los alumnos merendarán pan con sobrassada. Los escolares se pondrán sus máscaras y vestirán con prendas rojas y negras para celebrar, con prudencia, la fiesta.