Están siendo unos días complicados para Cristina Pedroche. La presentadora, que arrasó en audiencia en las Campanadas, ha recibido una gran cantidad de críticas a través de las redes sociales por su estilismo y por su calva postiza. Cansada de los comentarios negativos, ha recurrido a su Instagram para hablar de cómo se siente: «Aunque no lo parezca están siendo días difíciles y aunque intento mantenerme un poco al margen y no leer nada, siempre hay comentarios o gestos que me llegan y que me hacen sentir mal. Mal no, muy mal», comienza el texto.
La colaboradora ha querido explicar a sus seguidores su arriesgada elección y cómo vivió la Nochevieja: «Este año quería que fuera el más especial, y os juro que esa noche lo disfruté muchísimo. Me sentí más guapa que nunca, con una energía arrolladora, segura de mí misma, orgullosa de lo que estaba pasando y muy feliz por poder lucir un diseño de 1991 de Manuel Piña». Pero el tema por el que ha sido más atacada ha sido su polémica calva. Tal y como ha indicado, Josie le había propuesto que se rapara la zona de abajo de la cabeza, porque era «la única parte que se veía por el casco». Pero al hacer la caracterización, y al verla con el postizo, al estilista «le gustó aún más».
«Si hubiera tenido que raparme la cabeza lo hubiera hecho sin dudarlo. El pelo no hace que una mujer sea más o menos guapa, y por supuesto, ni mejor o peor persona», ha asegurado. A pesar de todo, la joven se ha visto sobrepasada por la situación y ha señalado que necesita descansar: «Ahora mismo me apetece estar unos días tranquila. Quizás es por el cúmulo de cansancio, también de insultos y malas palabras, o de otras cosas. Cada 31 yo me quedo totalmente desnuda en cuanto a sentimientos y lo doy todo».
Eso sí, Pedroche también ha tenido unas palabras de cariño para sus seguidores: «Para los que me apoyáis, los que os preocupáis por mi, los que entendéis el trabajazo que hay detrás, porque por vosotros vale la pena todo, gracias por estar ahí. A los que no también os deseo lo mejor porque todo el mundo, sea como sea, se merece amor. De hecho estoy convencida de que si esas personas tuvieran más amor serían más respetuosas».