Qué bonito, ¡qué bonito está todo! Y los taxis, ¡qué modernos!», repetía emocionada Amalia Torrico, mientras observaba con admiración Ciutat iluminada, desde el asiento trasero de un Tesla. Un grupo de trece taxistas de la Federació Empresarial Balear de Transports realizaron ayer por la tarde paseos gratuitos para una treintena de usuarios de la Residencia Borenco, que disfrutaron de la iluminación navideña del centro de Palma.
«Es la primera vez que participamos en una iniciativa como esta. Lo único que pretendemos es ayudar e ilusionar un poco a la gente mayor. La residencia contactó con nosotros a través de un asociado y no fue necesaria ninguna convocatoria; en menos de dos horas salieron una decena de voluntarios», explica Toni Bauzà, presidente de la Agrupación de Autotaxi.
Ilusión
A las seis de la tarde, los mayores partían de la residencia para realizar una céntrica ruta de una hora, y se mostraban muy agradecidos con los conductores. «Antes, cuando mi marido tenía su barca en el Passeig Marítim, siempre paseábamos bajo las luces de Navidad. En esta época siempre me acuerdo de las personas adoptadas por unos buenos padres, como es mi caso; no tiene nada de malo, que el Niño Jesús los bendiga», contaba la dicharachera Catalina Campins, de 87 años, a quien las calles de Palma le despertaban innumerables recuerdos que no dudaba en compartir.
A ella le acompañaba Torrico, encantada con la salida. «Me ha hecho mucha ilusión, me encanta la Navidad y hacía tres años que no salía a ver las luces. Salir todos juntos es una pasada. Además, yo tengo un problema en las piernas, por lo que verlas desde el coche me va muy bien».