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A la caza de la pesca fantasma en los océanos

El biólogo Ricardo Sagarminaga, que realiza expediciones con el ‘Toftevaag', trabaja en un programa que mejora la pesca de la llampuga

El Toftevaag, amarrado en Palma. | Teresa Ayuga

| Palma |

El biólogo marino, activista y marinero  Ricardo Sagarminaga rescató del olvido al centenario Toftevaag, un barco noruego que data de 1910 y que durante muchos años se utilizó para pescar arenques. De esa compra han pasado ya 32 años y se ha convertido en la base donde se gestan las expediciones y misiones de la asociación que fundó en paralelo, Alnitak, que colabora con el Sistema de Observación y Predicción Costero de Balears y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica. El objetivo principal es la conservación del Mediterráneo, su ecosistema, y luchar principalmente contra la contaminación, el tráfico marítimo y la pesca fantasma.

«Hace cinco años que llevamos a cabo en Baleares la campaña Pesca Fantasma, contra esta actividad no regulada, una práctica que todavía no se ha conseguido erradicar», explica el biólogo. El equipo de Sagarminaga trabaja codo con codo con el sector pesquero y las patrullas, quienes colaboran    con toda la información recabada para denunciar las irregularidades. Las expediciones suelen durar entre diez y once días y no solo reúne a biólogos, sino a voluntarios. Desde entonces, han participado en alguna de estas aventuras cerca de 4.000 personas de 98 nacionalidades.

Nuevo programa

Desde la creación de Alnitak    su participación en las expediciones internacionales ha servido para constituir, a día de hoy, 18 áreas marinas protegidas en el norte de África. La ruta que ha desarrollado de aquí a 2025 es, principalmente, erradicar la pesca ilegal en ese territorio africano y desarrollar programas de pesca con agregadores de peces.

El biólogo marino y fundador de Alnitak Ricardo Sagarminaga.

Este último programa se está desarrollando con pescadores del puerto de Sóller y Portocolom. El objetivo es «perfeccionar la pesca de la llampuga con capsers para enseñar, luego, esa misma práctica a los nómadas de Yibuti, al norte de África». Una herramienta que les ayudará a empezar a conservar el medio marino. Los logros del Toftevaag han servido para mejorar el tráfico marítimo en Alborán y en el Estrecho y desarrollar herramientas contra la captura accidental de tortugas.

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