Este viernes, como cada 10 de diciembre, se conmemora el Día de los Derechos Humanos. ¿Qué suscita esta efeméride? En una jornada como esta del año 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), un documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. En aquel entonces, el mundo no era en absoluto como es ahora. Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, vencido el fantasma del nazismo y el fascismo en casi toda Europa, los ganadores plasmaron en un papel una declaración impregnada de buenas intenciones que lamentablemente no siempre llegan a concretarse.
Sea como fuere, Naciones Unidas reivindica esta declaración y en 2021 pone especial énfasis en la igualdad, que se recoge desde el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Según destaca la propia ONU, los principios de igualdad y de no discriminación son la esencia de los derechos humanos. Está alineada además con la Agenda 2030 y con el enfoque de las Naciones Unidas tal como se define en sus documentos. «La igualdad, la inclusión y la no discriminación, en otras palabras, un enfoque del desarrollo basado en los derechos humanos, es la mejor manera de reducir las desigualdades y reanuda nuestra ruta hacia la consecución de la Agenda 2030», precisa la organización internacional.
Se trata de un camino para «construir sociedades mejores, más justas y más ecológicas». Un pretendido paraguas común que se cimenta también en las cumbres internacionales, como la del clima que acabamos de vivir en Glasgow (Escocia). Citas en las que no siempre se anteponen los intereses universales a la conveniencia particular. En todo caso, los valores democráticos de los regímenes liberales occidentales vienen tamizados, desde hace décadas, por estos principios de dignidad universal que atañen a todos los hombres y mujeres, sin excepción.
En el Día de los Derechos Humanos el trabajo de todo tipo de organizaciones cobra valor. Por ejemplo, Amnistía Internacional, referente en este ámbito, ha publicado los 33 logros en materia de derechos humanos que se pueden celebrar este año 2021. Entre ellos destacan la excarcelación de cuatro menores en Bahréin que habían sido juzgados como adultos; el anuncio de la Corte Penal Internacional (CPI) de iniciar investigaciones formales de la situación en los Territorios Palestinos Ocupados, la mortífera 'guerra contra la droga' del gobierno en Filipinas y los crímenes de lesa humanidad denunciados en Venezuela; o la denuncia internacional de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por Pekín contra las personas de confesión musulmana en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
Este viernes, además, se entrega el Premio Nobel de la Paz en Oslo a dos periodistas, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov, un hito sin parangón en 80 años de historia de los galardones. Según Reporteros sin Fronteras, ambos profesionales de la información encarnan el conjunto de amenazas que pesa sobre el periodismo. La peor de todas, los asesinatos. Los datos dan que pensar. En los últimos 20 años, más de 1.600 periodistas han sido asesinados en el ejercicio de su profesión y compromiso ciudadano; solo en 2021 la cifra se eleva a 46, según los datos de la entidad.
Y es que la libertad de expresión y la libertad de información (ejercerla y recibirla) son dos derechos fundamentales a reivindicar, más en un momento en el que la democracia y la libertad de prensa afrontan envites destacados. Volviendo a los datos de los reporteros activistas, 916 periodistas y reporteros han perdido la vida solo en la última década. De hecho, los dos periodistas premiados por el Comité Nobel en 2021 provienen de dos de los países considerados de los más peligrosos para ejercer esta profesión, sin la cual no existe la democracia plena.