El World Voyager, un nuevo crucero de lujo que navega como un megayate, brindó este miércoles su primera visita al puerto de Palma, en su temporada inaugural, procedente de Maó y con destino a Ajaccio. Diseñado como buque de exploración cultural, acoge solamente a 200 cruceristas, en su mayoría de nacionalidad alemana.
A bordo del World Voyager se respira un ambiente familiar e informal. En este sentido, constituye una alternativa a los megacruceros. Las dimensiones del buque, propulsado por hidrojets, también son contenidas, con 9.315 toneladas y 126 metros de eslora.
Su infraestructura lo hace más comparable a un hotel boutique, al precio de unos 2.500 euros por persona. El World Voyager, propiedad de Mystic Cruises y fletado por el operador germano Nicko, ofrece al pasajero la posibilidad de visitar enclaves no accesibles a buques más grandes junto a destinos como el Ártico o la Antártida.
En todos los viajes se pone especial énfasis en el contacto con el medio ambiente. Así, los pasajeros tienen la posibilidad de nadar junto al barco si fondea en lugares exóticos, alquilar bicis eléctricas, realizar senderismo o desembarcar en lanchas de goma.
Su visita coincidió ayer con la del Star Legend, destinado al mismo perfil de cliente.