Su nombre es de actualidad debido al escándalo de los papeles de Pandora. Además, algunas personas lo asociarán a una marca comercial de pulseras que estuvo muy de moda hace un tiempo. Pero Pandora es un personaje mitológico recordado por ser una de las grandes liantas de la historia, según la interpretación heterocéntrica y patriarcal predominante a lo largo y ancho de los tiempos y las culturas en Europa. ¿Quién fue Pandora y por qué se la recuerda?
Con Pandora viajamos de lleno a la cosmovisión imperante en la Antigua Grecia, una forma de interpretar el mundo que posteriormente se enriqueció con la aportación romana para conformar el sustrato antropológico y cultural de la civilización en Occidente. En ese lugar y en ese momento siempre comparece una mujer que trastoca los planes de los dioses y la providencia. En el caso del judaísmo tenemos a Eva, que persuade a Adán para conseguir el fruto prohibido y con él, el billete de salida del paraíso. Entonces, ¿cuál fue el 'pecado original' de Pandora?
Como la Eva judaica, para algunos autores Pandora fue también la primera mujer. Zeus, el principal dios del Olimpo heleno, la envió a la tierra de los hombres al ver que estos se apartaban de su control. Su llegada se antoja como un castigo para la humanidad, y como en el caso de Eva se la relaciona con un objeto prohibido.
En este caso no es ninguna manzana. El acervo popular hace referencia a la 'caja de Pandora', pero esa caja en origen era una jarra, un elemento mucho más común hace algunos milenios que se utilizaba para contener vino, aceite y otras sustancias. Los expertos atribuyen el uso de «caja» a una mala traducción.
Esa jarra le fue legada a Pandora por los dioses, y según la tradición más extendida contenía todos los males. Ella misma infringió las normas abriéndola, y con ese gesto infortunado motivado por la curiosidad liberó en el mundo todas las desgracias que aquejan a la humanidad. En este caso la curiosidad no mató al gato, el gato somos todos nosotros.
Según el experto en el mundo clásico Antoni Janer, Pandora solo tuvo tiempo de «encerrar la esperanza, que también es un mal ya que, cuanto más esperamos algo que finalmente no llega, más frustración sentimos. Ya se sabe: qui espera desespera. Y de aquí la expresión 'la esperanza es lo último que se pierde'».