Después de un año de ausencia a causa de la pandemia, el Parc de la Mar acogió ayer otra edición del mercadillo solidario de la Fundación Rana. Se trata de una entidad que centra sus esfuerzos en prevenir el maltrato y el abuso sexual a menores de edad.
Cuarenta voluntarios de la asociación se encargaron de diez tenderetes en los que turistas y locales pudieron adquirir libros, juguetes y ropa de hombre o mujer de segunda mano.
También se contó con un servicio de cantina en el que se podían degustar bebidas y comida cedidas de manera altruista por varios colaboradores. A diferencia de otros años, no se pudo contar con un ‘pintacaras' a causa de las restricciones sanitarias derivadas de la COVID-19.
Prevención
Patricia Moliné es la secretaria del patronato de la Fundación Rana, además formadora en Relaciones Públicas. Moliné apunta que «llevamos más de diez años trabajando en la prevención del abuso infantil y siempre decimos que es un tipo de maltrato que no entiende ni de crisis ni de COVID. Es un problema que existe en nuestra sociedad. Durante el confinamiento nosotros no hemos parado. No tenemos datos para saber si la pandemia ha agravado esta problemática pero si que es verdad que las llamadas de prevención han tenido que ser más constantes ya que el hecho de tener a menores en casa ha supuesto que se tuvieran que encontrar con su agresor. Eso lo ha complicado todo un poco y se han disparado un poco los datos en cuanto a consultas y sospechas».
La secretaria del patronato de Rana opina que «el día de hoy (por ayer) es perfecto para sensibilizar porque hay muchas personas que nos conocen, no nos llamará o le dará apuro contactar con nosotros pero el estar en un espacio público y de manera festiva nos hace llegar más a la gente».