El puerto de Palma recibió este viernes la primera visita del crucero de lujo Borealis, perteneciente a la naviera británica Fred Olsen. Destinado a una clientela de mediana edad y ambientado en la atmósfera nostálgica de los transatlánticos clásicos, su capacidad se limita a 1.400 turistas.
Este buque inició sus singladuras en 1997 como el buque insignia de la legendaria Holland América Line, y con el nombre de Rotterdam fue bautizado por la princesa Margarita de los Países Bajos. Su nombre fue elegido en honor al anterior navío almirante, en la actualidad conservado como hotel y museo en el gran puerto holandés. En 2020 el buque actual asistió a los pasajeros de otro navío de la naviera afectados por la COVID-19.
Con una velocidad operativa de 25 nudos, fue uno de los cruceros más veloces de su tiempo. En la actualidad sustituye al Boudicca, enviado al desguace tras cerca de 50 años de servicio por causa de la crisis provocada por la pandemia. Con 61.850 toneladas y 237 metros de eslora, el Borealis ha sido objeto de una remodelación que se ha prolongado por espacio de un año y concluyó el pasado mes de julio, para adaptarlo al estilo tradicional de esta naviera afincada en Escocia. Este buque se inscribe pues en un segmento del mercado de cruceros opuesto al del turismo de masas, que busca la placidez y el romance de los antiguos viajes por mar. Ayer llegó procedente de Málaga y con destino a Ciutadella, para una visita de once horas de duración, con 500 pasajeros.