Sigue llamando la atención ver el poco interés que tiene el Estado en crear campañas preventivas contra el suicidio, como ha hecho, por ejemplo, contra el alcohol y la conducción sin respetar las normas de tráfico, cuando las víctimas que origina aquél superan en el doble a las de accidentes de coches.
Los números a tener en cuenta
Porque, ¿sabéis cuántas personas mueren por suicido al año en este país? 3.671. ¿Y en Baleares? 97. ¡Un suicidio cada tres días! Que hoy puede que sean más, pues esta estadística es del año 2019. Que esta es otra. Porque, a ver… ¿Por qué tenemos que basarnos en estadísticas de hace dos años, cuando lo suyo sería conocer el número de víctimas de acuerdo a las del año anterior en curso? Pues hasta en esto está dejado el tema del suicidio por parte del Estado, que por no contar, a fecha de hoy, no cuenta con ningún plan nacional… Ni está previsto… En cambio, quien si está a punto de publicar un plan autonómico de prevención de suicidios es nuestra Comunitat, pero lo que sucede es que no cuenta con mucho presupuesto para ponerlo en marcha, por lo que hay que buscarlo. Mientras tanto, a AFASIB (Asociación de familiares y amigos supervivientes del suicidio de Balears), presidida por la psicóloga Xisca Morell, que es la única asociación que existe, encaminada a que la familia del fallecido sepa llevar su duelo, le han ofrecido un local, desde el que trabajan, dentro de sus posibilidades, claro, que salvo las afectivas y orientativas a los familiares de los suicidas, son nulas, pues no perciben ni subvención, ni están dentro de ningún presupuesto. Pero, bueno, ahí están, dispuestos a ayudar partiendo de su propia experiencia, pues un hermano de Xisca se suicidó. Porque, ¿quién mejor puede ayudar a otro que quien haya pasado por lo mismo y, dentro de lo que cabe, lo haya superado, o que sepa qué debe hacer en estas circunstancias? Porque en esto, a un familiar de un suicida quien más le puede ayudar durante el duelo que sigue a la muerte, es un familiar de otro suicida, y si encima es psicólogo, como Xisca, mejor.
El efecto llamada
Pues bien, para acercarnos más al suicidio y al duelo que pasa la familia, además de Xisca, hemos recurrido a otros dos miembros de la citada Asociación, Miquel Oliver, vicepresidente, y a Tania Salas, vocal. Ambos perdieron un hijo por suicidio, por tanto su experiencia en este campo está fuera de toda duda.
Con ellos hablamos de diversos temas, todos en torno al suicidio. Entre otros, el de hasta qué punto es bueno contarlo por aquello de que el divulgarlo pueda producir el denominado ‘efecto llamada' a personas que deseen suicidarse –ellos consideran que no es malo que se dé la noticia del suicidio, siempre y cuando no se aireen detalles del mismo, de cómo, cuándo, dónde, con qué lo ha hecho–; de la conducta del suicida y de por qué generalmente se desarrolla en torno a la soledad, de hasta qué punto la COVID-19, sobre todo cuando estuvimos confinados en casa sin poder salir, influye en ellos. O cómo les afecta la crisis socioeconómica que a causa de la pandemia estamos sufriendo, de la ayuda psicológica del teléfono 112… Por otra parte, abordamos también sí tendría que haber un plan nacional contra el suicidio, en el que se marquen unas pautas de cómo tratar al presunto suicida, y también a que se ayudara a los familiares durante el duelo, o tiempo que arranca desde el suicidio, y que puede durar meses, incluso años…
Cómo contactar con ellos
Mientras tanto, en lo que llega ese plan, o que definitivamente eche a andar el que ha diseñado el Govern, para el que, como hemos dicho, se necesita presupuesto, que de momento no existe, está AFASIB a disposición de los familiares de suicidas.
Por lo que nos cuentan, contacten con ellos a través del correo asociacionafasib@gmail.com o llamando por teléfono al 657716340 los sábados, de 9 a 13 horas. Y si libremente desean hablar con ellos, se les invita a que acudan al centro a que lo cuenten. Dependiendo de cómo sea el estado anímico de la persona, si les apetece pueden contar su experiencia en grupo (Grupo Ayuda Mutua).
«Por otra parte, a esa persona le facilitamos todo tipo de bibliografía y manuales que se pueden descargar por Internet, y que explican muy bien lo que es el duelo del suicidio, que, generalmente, no se pasa muy bien que digamos, pues notas que la gente te hace el vacío, o sientes silencios a tu alrededor, pues muchos no saben qué decir a una persona cuyo hermano, padre o hijo se ha suicidado. Y cuándo esto sucede, te da la sensación de que te están culpabilizando a ti».
Los tres están de acuerdo en que se tendrían que dictar una serie de medidas preventivas y llevarlas a la práctica de inmediato. «Hay países en los que se han colocado teléfonos de color rojo en puentes o lugares que se sabe que ellos eligen para suicidarse, que cuando los descuelgas, sin marcar ningún número, oyes una voz que dice que está dispuesta a escucharte en ese momento… Ese teléfono viene a ser como la última oportunidad que tiene el suicida para no quitarse la vida. ¿Por qué no poner medios similares aquí, sobre todo en sitios que se conocen…? Nosotros, dentro de nuestras posibilidades, vamos a organizar dos actos como prevención del suicidio, o cuando menos para recordar a la gente que el suicidio sigue estando ahí: el primero será el 10 de septiembre, en CaixaForum, y en él se hará entrega de los reconocimientos al periodismo responsable, y al día siguiente, en Inca, la III Cursa i Marxa per la Prevenció del suïcidi.
Al número de suicidios por año en España, 3.671, habría que añadirle algunos más, el de los suicidas camuflados. Personas que se ahogan, o algunos accidentes de tráfico, o personas que fallecen precipitadas en la montaña. Muchos de estos casos podrían ser suicidios, pero nunca serán clasificados como tales.