Felipe VI ha agradecido al alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, y a toda la corporación municipal su «acogida» durante la visita que protagonizó junto a la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía al santuario de Lluc y al centro de interpretación de la Serra de Tramuntana.
El rey hizo constar su agradecimiento en el mensaje manuscrito que dejó en el libro de honor del consistorio al término de la visita que la familia real hizo ayer, miércoles, al municipio.
«Nos alegra mucho venir a Escorca y visitar su Ayuntamiento con motivo de la que hemos realizado al santuario y monasterio de Santa María de Lluc, así como al centro de interpretación del paraje natural de la Serra de Tramuntana, que cumple 10 años como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Gracias por su acogida al alcalde, a la corporación municipal y a todo su personal», escribió el monarca. También muestra su gratitud por «la compañía de las autoridades de Mallorca y de las Islas Baleares» durante el recorrido.
«Con todo nuestro afecto», remata el rey en su texto, coronado con su firma, la de la reina y la de sus hijas, quienes acompañan su rúbrica con el añadido de «Princesa de Asturias» e «Infanta de España».
Al término de su visita al ayuntamiento, los cuatro se fotografiaron con el alcalde, los miembros de la corporación y alguno de los trabajadores municipales. Solivellas ha expresado su alegría por cómo se desarrolló la visita y por que la familia real escogiera Escorca para su primera imagen juntos desde que llegó a Mallorca el pasado fin de semana para pasar unos días de vacaciones en la isla.
«El municipio está muy contento con la sensibilidad y el interés de Felipe VI por la Serra de Tramuntana. Los vecinos están muy satisfechos», ha asegurado a EFE el alcalde de la localidad, donde residen algo más de 200 personas diseminadas en varias pedanías.
Además del alcalde, acompañaron a la familia real la presidenta de Baleares, Francina Armengol; el del Parlament autonómico, Vicenç Thomàs, la del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, y la delegada del Gobierno en la comunidad, Aina Calvo.
A la visita del monasterio de Lluc, se unieron el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y el prior, Marià Gastalver.