Una víctima más y por desgracia no será la última. El ‘cocktail bar' Atlántico ha cerrado sus puertas y ha presentado un concurso de acreedores al no poder hacer frente a las deudas que acarrea debido a su cierre por la pandemia. Desde marzo del año pasado, el bar de Pedro Alomar apenas ha podido abrir unos pocos días.
En los años 60 un exoficial de la marina estadounidense decidió abrir un local de ocio para los marines que visitaban Mallorca por aquel entonces, el Texas Jack. Se trataba de un auténtico bar americano que ofrecía cerveza americana, música country y el chili con carne más picante del Mediterráneo. Al poco tiempo se convirtió en el lugar favorito para los oficiales y marineros de la sexta flota.
Rock y cócteles
Casi cuarenta años más tarde, Texas Jack cerró debido a la falta de marines y a la avanzada edad de sus últimos propietarios.
En 1997, el establecimiento reabrió como Atlántico Cocktail Bar, lugar especializado en rock y cócteles. El nuevo bar heredó el espíritu del viejo Texas Jack. Por ejemplo, sus clientes siguieron firmando en sus paredes y la decoración del local era de las más genuinas de la ciudad.
La propiedad del local ha presentado un concurso de acreedores al no poder hacer frente a la deuda
Situado en el número 12 de la calle Sant Feliu, era un lugar de encuentro de residentes y turistas cualquier día de la semana. Pedro Alomar y su mujer, Anne Pickard, eran los perfectos anfitriones cada noche, pero no dudaban en remangarse y echar una mano a los camareros si la noche se desbordaba.
Tras la barra, el rosarino Rodolfo Zerga ‘Rolo' se había convertido en toda una institución por su simpatía y la calidad de sus cócteles.