Álex se ha convertido en el tercer expulsado de la novena edición de MasterChef. El aspirante luchó hasta el final para conseguir un buen resultado, pero no logró superar el reto y quedó apeado del televisivo concurso culinario al enfrentarse en la eliminación directa a María, a la que Ofelia ha bautizado en la prueba de exteriores como 'La Barbie de Tomelloso'. De este modo el programa de La 1 pierde a otro de los aspirantes predilectos por parte del público, después de que hace siete días se despidiera el joven José María.
En esta tercera entrega de la novena temporada del talent culinario se ha ido fraguando la animadversión generalizada hacia Ofelia, una concursante que ha deparado ya momentos curiosos, como por ejemplo cuando casi se declara ante las cámaras a Toni, el participante mallorquín de este Masterchef. Sin embargo, su energía mal administrada, su intensidad, sus nervios y sus comentarios que nunca acaban están desesperando a todos sus compañeros, e incluso uno de los jueces, Jordi Cruz, casi pierde los nervios con ella en la prueba de exteriores, que en esta ocasión tuvo lugar en Gijón.
Antes de eso volvieron a los fundamentos de la cocina y prepararon platos dulces y salados con varios tipos de harinas y leche. La decisión de qué preparación iba a trabajar cada aspirante corrió a cargo del primer invitado de la noche. El Monaguillo repartió y a la postre los propios concursantes decidieron cuál era la mejor y la peor presentación de entre todas, que en este caso fue para Fran. Una novedad más con respecto a los 200 programas pasados.
Fue en los exteriores donde el show de Ofelia cobró mayor relevancia, dejando a los concursantes, jurado y a la audiencia patidifusos. La gallega tenía que limpiar una lubina, tan solo eso, pero en lugar de ceñirse a su tarea organizó una fiesta de sangre al más puro estilo Viernes 13. Cruz metió cucharada en el caos y la relevó de su tarea, pero Ofelia consideró oportuno ponerse a jugar con un cangrejo, mientras el resto de sus compañeros trataban de nadar en el descontrol organizado.
A la orden del jurado se cambiaron los equipos de cocina, y el resultado fue el mismo. Nadie pudo organizar el descontrol de Ofelia, y quedó claro de nuevo dentro de las cocinas que todos prefieren trabajar lejos de ella.
Finalmente, el mallorquín volvió una semana más a estar en la quiniela para abandonar la carrera de Masterchef, que se decidió con una elaboración a base de mantequilla. No obstante, después tuvieron que realizar una tarta, y en el duelo final frente a frente con el lenguado quedaron Álex y María. Todos coincidieron en señalar que el plato del catalán no había estado a la altura, y el joven tuvo que despedirse del programa.