Mallorquín, de Manacor, Pep Juaneda es experto en marketing digital que decidió que había que crear una forma de divorciarse a través de la red que fuera ágil y más económica para los matrimonios que deseaban hacerlo de mutuo acuerdo. Pep Juaneda Se puso manos a la obra y hoy es propietario de una plataforma (digilex.es) que divorcia parejas on line con la misma facilidad que se adquieren otros productos. Empezó hace nueve meses y ya lleva más de cien casos resueltos.
¿Cómo nace esta idea?
–Durante el confinamiento pensé en qué fórmula habría para que las personas que lo desearan pudieran divorciarse desde casa ahorrando papeleo y dinero, puesto que sabía que muchos se veían obligados a seguir casados por las circunstancias. Para mí no hay nada peor que tener que seguir unido a alguien por una cuestión formal o económica. Lo consulté con un abogado y me respondió que si era de mutuo acuerdo no había mayor problema, siendo el trámite idéntico al que se realiza a través de un bufete de abogados.
¿Y ahí empieza todo?
–Sí, lo ideamos en pleno confinamiento y gracias a las nuevas tecnologías empezamos a montar una plataforma similar a la que se utiliza para comprar un billete de avión. Es la misma tipología en la cual recogemos los datos personales de los cónyuges y en base a estos datos ellos pueden especificar asuntos tan importantes como la custodia de los hijos, incluso dentro de la misma plataforma en función del sueldo que tenga cada uno de ellos se ajusta cómo hay que pagar la pensión para que después un juez lo apruebe.
¿Fue fácil?
–Cuando se lo planteé a mi amigo abogado me sorprendió lo poco que su despacho, y el sector en general, estaba adaptado a los nuevos tiempos y eso que ya disponía de página web. El sector ha de dar un paso, lo mismo que lo ha dado el sector viajes o perfumes. Hoy si has de viajar a Madrid nadie va a una agencia de viajes, lo compras on line a la compañía aérea.
¿Es rápido?
–Les mandamos la propuesta de convenio regulador en menos de 24 horas. Siempre hay un abogado nuestro que les da apoyo. Les facilitamos la vida, sobre todo ahora que la movilidad es aún reducida. Nos damos cuenta de que los clientes son de los más variopintos, tanto en cuanto a edad como en cuanto a si tienen hijos o no dentro del matrimonio y generalmente sin bienes a medias o a repartir. Una vez firmado el convenio, nuestro equipo de procuradores se pone en marcha y lo único que hacen los clientes es acudir al juzgado a ratificar de forma presencial con la fecha y hora que les facilitamos.
¿Qué tipo de cliente es?
–Pensábamos en un primer momento que sería gente joven acostumbrada a la red, calculamos entre 28 y 42 años y nos hemos dado cuenta de que hay de todas las edades. Hemos separado a dos señores de 78 años y piensas en la maravilla que es que dos personas de edad tan avanzada se divorcien por internet sin más problema. Son de Zaragoza, pues abarcamos toda España a través de procuradores y abogados de todo el país.
¿Y eso, si la red no tiene fronteras?
–Nuestros abogados trabajan con la ley española y solo pueden aplicarla dentro del país. El día de mañana quizás, si nos consolidamos como marca, lo podamos aplicar en toda Europa.
¿A través de franquicias?
–No se pueden patentar este tipo de páginas. Son consideradas unicomerciales, como cualquier tienda de ropa. El trasfondo es como comprar un producto o un servicio. Es tan fácil o más que comprar una camisa o un tratamiento de belleza a través de internet. Nos damos cuenta de que al principio a la gente le cuesta dar la confianza a una web, pero hemos conseguido que el cliente se quede muy satisfecho y que cuando se pone en contacto con nosotros ya es con una base sólida de realidad. Habrá colectivos que se molesten, pero es el presente y el futuro que pasa invariablemente por la red.
Como profesional del marketing, ¿cuál es su principio máximo?
–Rentabilizar la inversión que haces en un negocio determinado, bien económicamente o bien en visibilidad u objetivos que puedas marcarte para esas acciones. Puedes invertir mil y sacar tres mil, o bien poner una publicidad en este rotativo sabiendo que te van a ver y leer miles de personas. En nueve meses hemos realizado más de cien divorcios y eso que los primeros cuatro meses no hacíamos más que dar palos de ciego. El primer divorcio que realizamos fue de dos mujeres de setenta años que se habían casado nada más aprobarse la ley de matrimonios del mismo sexo. Es un target en el que nunca habíamos pensado.
¿Cuándo se ha producido el boom?
–Después de Semana Santa hemos crecido más de un 20 %. Y eso que todavía no hemos hecho campañas de publicidad of line. En Mallorca hemos ayudado a divorciarse a un buen número de parejas y eso que tenemos fama de desconfiados.
¿Qué opina de la publicidad en medios como este periódico?
–Siempre que haya un lector será válido. Lo importante es saber elegir el medio adecuado y en muchas ocasiones es el medio el que mejor conoce a sus lectores. No nos engañemos con lo digital, no es la panacea.
¿Acabaremos casándonos on line?
–Soñar es gratis, y si eso ayuda a las personas, por mi parte adelante. Ahora bien, que nadie piense en locuras, será siempre supervisado por un juez.