Los hornos y pastelería de Baleares se enfrentan a una Semana Santa que, por segundo año consecutivo, vuelve a ser «imprevisible» debido a la pandemia de la COVID-19, confiando en que el reparto a domicilio les permita poder llegar a un mayor número de población y, de este modo, aumentar las ventas.
Según ha informado el gerente de la Associació de Forners y Pastissers de Balears, Pep Magraner, en declaraciones a Europa Press, el sector de los hornos y pastelerías se enfrenta a una Semana Santa que, por segundo año consecutivo, será «imprevisible» y en la que «no se podrá prever qué cantidades de producto elaborar».
Por este motivo, panaderos y pasteleros de Baleares han depositado su confianza en el reparto a domicilio, después de un año en el que las ventas del sector han caído, en términos generales, entre un 30 y 40 por ciento atendiendo a la venta directa al consumidor y entre un 60 y un 70 por ciento si se tiene en cuenta el cierre del sector de la Hostelería, Restaurantes y Cafeterías (HORECA).
En este sentido, Magraner ha puesto en valor que el Instituto de Innovación Empresarial de Baleares (IDI) financie hasta el próximo 15 de abril, como ya hizo el pasado año durante el estado de alarma, el reparto gratuito de productos tanto de panadería como de pastelería en los establecimientos de la marca 'Pa d'aquí, forn i tradició'.
Como novedad, ha precisado, asimismo, que este año se podrán hacer pedidos a cualquier establecimiento de la marca 'Pa d'aquí, forn i tradició' de la misma isla y se repartirán productos durante los días festivos. El pedido mínimo para hacer un encargo será de 20 euros.
LAS EMPANADAS, EL PRODUCTO ESTRELLA DE LA SEMANA SANTA
Entre los productos que más se han solicitado desde que se puso en marcha la iniciativa, Magraner destaca «los dulces típicos, como la ensaimada, que se ha dejado de vender para grandes reuniones, pero sigue siendo muy solicitada en dimensiones más reducidas».
De cara a los días de Semana Santa, si bien, las preferencias de los consumidores de hornos y pastelerías cambian un poco y entre los encargos destacan también los productos típicos de estas fechas.
«Las empanadas son, sin duda, el alimento más solicitado en Pascua», ha destacado el gerente de la Associació de Forners i Pastissers de Balears, quien ha considerado que esto se debe a «la gran innovación que ha vivido este producto en los últimos años, no solo a nivel de hornos y pastelerías, si no también en los hogares».
«La irrupción de empanadas de carne de cordero --solo se hacen en Semana Santa--, de carne de cordero y cabello de ángel, veganas, de sepia e incluso de pollo al curry es lo que despierta la curiosidad de los consumidores», ha explicado Magraner.
CONSUMO «RESIDUAL» DE CONFITES POR LA AUSENCIA DE PROCESIONES
Otros productos típicos de la Semana Santa son las peladillas y los confites aunque este año, en el que, por segunda vez, no habrá procesiones su consumo se espera que «sea residual».
Pese a esta situación excepcional, el gerente de la Associació de Forners i Pastissers de Balears ha defendido que «puede haber una venta tanto de peladillas como de confites «sobre todo para los pequeños de la casa».
APUESTA POR RECUPERAR PRODUCTOS TÍPICOS DE LA SEMANA SANTA
Más allá de los clásicos de la Semana Santa, hay otros productos propios de estas fechas que panaderos y pasteleros de las Islas han apostado por recuperar «desde hace cuatro o cinco años» y que «con la llegada de la COVID-19 se han puesto más en valor por el arraigo que tienen a la zona donde se elaboran», ha dicho Magraner.
Este es el caso, por ejemplo, de la 'formatjada' de Pollença o de los 'rollos' de Pascua --se elaboran en municipios como Alcúdia, Búger, Campanet o Sa Pobla--.
También destacan, entre los productos típicos de Semana Santa que se están recuperando los 'crespells' o estrellas con levadura que se elaboran en Lloseta.
HORNOS TRADICIONALES
Así, no es de extrañar que la respuesta de la ciudadanía de las Islas para con los hornos tradicionales sea «muy positiva». «La mayoría de la gente reconoce el esfuerzo que conlleva elaborar los productos de manera artesanal y con materia prima local y eso es algo que panaderos y pasteleros han de agradecer», ha concluido Pep Magraner.