Cuando solo era una joven de 15 años, Madison McManus conoció las drogas y el abuso de ellas le llevó a vivir las calles. Ahora, tras haber logrado vender su adicción, lucha por la custodia de su hija.
La heroína y el crack se hicieron las dueñas de su vida cuando solo era una adolescente y, así, llegó a padecer una sobredosis hasta en 19 ocasiones, pasó por varios años de arrestos y vivió en las calles desde que, a los 20 años, perdiera su casa.
Madison quedó embarazada a los 18 años y, entonces, tal como informa The Sun Online, se vio obligada a renunciar a su hija, pues su adicción, incentivada por su pareja, no procuraba que la pequeña creciera en un entorno adecuado.
Ahora, la mujer ha recuperado el contacto con su familia y asegura que, tras haberse desintoxicado, se encuentra en perfectas condiciones de hacerse cargo de su hija que, ahora, tiene nueve años.