Se llama Antón Cortés Marín y tiene 13 años. El pasado viernes noche, en el programa Got Talent España, de Telecinco, obtuvo el Pase de Oro. Una actuación, la de Antón, al piano, que puso en pie al público y asombró a los tres miembros del jurado. Tan solo hace cuatro años que toca el piano y fue «cuando mi madre me regaló un teclado que se encontró en un contenedor», asegura el joven. «Al principio lo tocaba como un juguete pero luego fui escuchando temas de diferentes maestros de guitarra y los fui adaptando».
De manera autodidacta, Antón ha ido aprendiendo a tocar el piano. Su agilidad y rapidez hizo que Dani Martínez, del jurado de Got Talent, exclamase: «¡Es alucinante, movías las manos tan rápido que creía que tenías cuatro manos!». Por su parte, Edurne derrochó elogios, y afirmó que «ha sido brutal, he flipado; hay trabajo y esfuerzo, pero lo que hemos visto es mucho talento». Risto Mejide, el miembro más exigente del jurado, le preguntó «¿cuánto tiempo hace que tocas el piano?. Yo llevo 30 años y jamás tocaría así. Tocando así alcanzarás tu sueño muy pronto. ?Perfección? es la palabra que define tu actuación».
Aunque durante estos últimos cuatro años Antón ya ha actuado, como artista invitado, en eventos organizados en Mallorca, asegura que «mi paso por el programa ha sido el más grande hasta el momento». Confiesa que «estaba un poco nervioso, era la primera vez que me enfrentaba a un público tan grande, pero lo recuerdo como algo muy bonito. Estoy súper contento». La pieza que tocó en el programa es una soleá del maestro Sabicas, considerado maestro de la guitarra e impulsor de la internacionalización del flamenco.
Desde su pase por Got Talent, Antón ha comenzado también a componer temas, sin haber estudiado música. «Tengo varias composiciones en las que toco cinco palos de los que comprende el flamenco: una por bulerías, otra por fandango, una por soleá, dos por seguiriya y una alegría». Composiciones que han visto ya algunos profesores de música y han quedado asombrados por el talento del joven.
Aunque por sus venas corre mucho arte, Antón no proviene de una familia de artistas. «Sólo tengo un tío que canta. En mi familia no hay músicos». Aunque sigue adelante con sus estudios, como cualquier niño de su edad, dedica una hora y media cada día a practicar en su piano de cola. «El teclado que se encontró mi madre en el contenedor lo guardamos como si fuera oro».
De la mano del profesor Llorenç Prats, aprende a leer partituras mientras escucha temas de sus maestros favoritos. «Me fijo en el arte que tenían Paco de Lucía y Camarón de la Isla, y en Vicente Amigo, entre otros». En su tiempo libre le gusta practicar las artes marciales mixtas, para hacer algo de deporte. Sus amigos del cole conocen el talento de Antón, «me dicen que toco muy bien y cuándo será mi próxima actuación». Su sueño es «ser un gran pianista, quiero devolver el flamenco a las raíces de antes». Con la familia de Antón se han puesto en contacto grandes promotores del flamenco, de cara al futuro. Mientras, Antón muestra su talento a través de sus cuentas en las redes sociales como @antoncortespianista.