El barrio de Gràcia de Barcelona inauguró este jueves los actos que dedica cada año a la cultura popular mallorquina: Foguerons de Sa Pobla a Gràcia, dentro del Festival Folk Internacional Tradicionàrius. Lo ha hecho, eso sí, adaptando su programa (jueves, viernes y sábado) y aforo de público a los protocolos de seguridad sanitaria establecidos para la COVID-19. La música y la literatura sustituyen a los tradicionales foguerons, suspendidos a causa de la pandemia.
La presentación del libro Calendari Folklòric de Mallorca: Tardor ha abierto esta nueva edición. La obra, un proyecto de la Fundació Mallorca Literària en coedición con Saïm Edicions, es una recopilación inédita del saber tradicional de la Isla realizada entre 1951 y 1958 por Rafel Ginard Bauçà (Sant Joan, 1899 - Artà, 1976) una joya que vio la luz en septiembre de 2020, setenta años después de que fuera elaborada por Rafel Ginard, autor también del Cançoner Popular de Mallorca. Este volumen, identificado como Tardor, es el primero de los cuatro que agruparán la información del calendario por estaciones del año. El objetivo es que cada año se entregue un nuevo libro que se corresponda con una estación: verano en 2021, primavera en 2022 e invierno en 2023. Los responsables de la edición del Calendari Folklòric de Mallorca son Andreu Ramis y Miquel Sbert, y cuenta con ilustraciones de Toni Galmés.
Concierto
Tras la presentación del libro, llegó el turno de la música del grupo Llavors de Fonoll, con un magnífico concierto a cargo de Natalia Tascón, Carles Seguí y Miquel Àngel Adrover, y la glosa Oda a la sobrassada, a cargo de este último. Todos los actos programados se podrán consultar y seguir en la web del Centre Artesà Tradicionàrius a través de su canal en Youtube. Mañana se recordará, a través de un vídeo facilitado por IB3, el tradicional ciclo Folk als Mercats amb els Xeremiers i glosadores de Mallorca i Catalunya, en el que también se podrán ver imágenes de pasacalles, los foguerons en las plazas y ball de bot que rememoran las pasadas ediciones.
El mallorquín Toni Torrens instauró ‘sa Pobla a Gràcia' en 1993, porque quería que sus hijos, estudiantes universitarios afincados en Barcelona, disfrutaran de la fiesta que se vivía en su localidad natal, sa Pobla, en Sant Antoni. Con la ayuda de unos amigos, propuso que se hiciera una hoguera en la plaza del Diamant de Gràcia en torno a la cual se podía hacer torrades, cantar y bailar.