El bar restaurante Istanbul Kebab es uno de los establecimientos más veteranos de este tipo de cocina en Inca. Abierto desde hace más de cinco años, lleva todo este tiempo ofreciendo su cocina sencilla y de calidad llena de los matices de la gastronomía del medio oriente.
Las restricciones derivadas de la pandemia han provocado que, como muchos otros establecimientos, el Istanbul se haya tenido que reinventar y adaptar al panorama cambiante. Su dueño, Irfan Yilmaz, ha iniciado un servicio de take away, abierto todos los días entre las 12.00 y las 23.00 horas, que incluye toda su carta, compuesta fundamentalmente de kebab y dürum, acompañados de verduras y salsas variadas, así como pizzas y platos combinados.
Entre estos últimos se incluyen recetas tan populares como las alitas de pollo o nuggets. En cuanto a las pizzas, la estrella del local y la que más clientes valoran es la ‘pizza kebab', que combina ambos platos. Yilmaz la elabora a mano y la cuece directamente ante el consumidor.
En el local, de tipo familiar, trabajan dos personas, pero en fines de semana, y con el incremento del trabajo, un empleado más refuerza la plantilla.
Servicio a domicilio
El Istanbul es uno de los establecimientos que resiste en una de las calles más populares de Inca, la Gran Via Colom. Junto a él no son pocos los establecimientos que se han visto obligados a echar el cierre, ya sea de manera definitiva o provisional. Las últimas restricciones, con la supresión de las terrazas de los establecimientos, han obligado a muchos restauradores a suspender su actividad, mientras que muchos otros se han volcado en tratar de seguir con la comida para llevar y con el servicio a domicilio, como es el caso también del Istanbul, que atiende a sus clientes a través del teléfono 871234428.
Irfan Yilmaz decidió darse unos días de prueba durante toda la semana pasada, y gracias a la gran respuesta de sus clientes, ha decidido seguir adelante.
Un placer sin complicaciones
La pizza kebab es el plato más demandado y valorado por los clientes del Istanbul. No es de rabiosa actualidad ni originalidad, pero la clave de su sabor está en los ingredientes y en una preparación sin prisas, siguiendo la tradición y con la paciencia de la cocina elaborada manualmente.