La actriz y productora mexicana Kate del Castillo reveló este miércoles que desde que estalló el escándalo que la vinculó con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán duerme «con una pistola».
La artista recontó el «peor episodio» de su vida en el último capítulo del programa de Facebook Watch Red Table: The Estefans, en la que Gloria, Emily y Lili Estefan conversan en la casa de la famosa cantante «desde una posición de vulnerabilidad» sobre episodios complicados de su vida o de la vida de sus invitadas.
Del Castillo, quien es amiga personal de Gloria y su esposo, el productor y empresario Emilio Estefan, y tiene una relación de años con Lili Estefan, quien es la conductora del programa de noticias del entretenimiento latino El Gordo y la Flaca, dio detalles hasta ahora desconocidos sobre las consecuencias de su intercambio de textos y su visita a Guzmán en 2015, quien entonces estaba prófugo.
La artista ha dado decenas de entrevistas sobre el tema e incluso el documental Cuando conocí El Chapo para Netflix, pero hasta ahora no había detallado el daño psicológico que aún sufre desde entonces. «No lo he superado», admitió Del Castillo, con la voz entrecortada y luchando por contener las lágrimas. Sus palabras no eran en referencia al miedo que sintió cuando conoció a Guzmán, sino a la persecución que sufrió, según su versión, durante tres años por parte del Gobierno mexicano, que abrió un caso en su contra.
Asimismo, como las autoridades de su país afirmaron que lograron apresar posteriormente al narcotraficante gracias a la conexión con Del Castillo, la actriz llegó a temer por su vida y por la de su familia, ya que incluso le recomendaron que dejara su casa.
«Todo el mundo sabe donde vives», le dijeron. Entonces compró una arma de fuego que aún tiene en caso de necesitar protección.
Del Castillo informó de que la batalla legal se había comido sus ahorros, además de los ingresos que había recibido por protagonizar dos temporadas de la serie de Netflix Ingobernable, el documental sobre El Chapo y la segunda temporada de La reina del sur, que fue transmitida el año pasado por la cadena Telemundo.
Algunos de sus amigos también fueron salpicados por el escándalo. La periodista Jessica Maldonado, a quien definió como su «mejor amiga» fue auditada por la Hacienda en Estados Unidos, mientras que durante más de un año su teléfono estuvo intervenido.
«Cuando hablaba con mis papás, que estaban en México, oía como se activaba la grabadora y se desactivaba», recordó. La artista pasó tres años sin visitar su país por temor a represalias del Cartel de Sinaloa, que era comandado por El Chapo, o de las autoridades mexicanas.