Laura Cano tiene 45 años y recibió el diploma de fin de curso de Estética, nivel superior III. Desde los 18 años trabaja en el mundo de la hotelería, pero su mayor ilusión es ser esteticista, y quien sabe si algún día poner su propio negocio. «Ahora he querido formarme y seguir cogiendo experiencia en el campo profesional. Los estudios los he ido combinando con mi trabajo», asegura Laura, una de las dieciséis alumnas que se graduaron este viernes en la Escuela de Peluquería y Maquillaje María y José, de Palma.
A causa de la pandemia, este año el vistoso trabajo de fin de curso, que consiste en presentar un body paint o trabajo corporal, no se pudo realizar sobre un escenario y rodeado de una gran ceremonia y fiesta. «Las alumnas han comenzado a pintar sobre las 9.30 de la mañana, y a las cinco de la tarde hemos entregado los diplomas en el mismo centro», comenta Luis Artero, director de la escuela.
‘Los 4 elementos' y ‘Las damas de las nieves' han sido las dos temáticas a elegir por las alumnas para expresar su talento sobre los cuerpos semidesnudos de las modelos. Entre los 16 diplomados, un sólo chico, Rafael Nascimento Do Amaral Presse, de 25 años y natural de Brasil. «Quiero ser esteticista y estoy muy contento con todo lo que he aprendido estos dos años», confiesa.
Entre las propuestas, Margarita Riera trabaja minuciosamente sobre el cuerpo de su modelo, Belén Blázquez, y tras cinco horas pintando sobre la piel, da forma a una orquídea y comienza a incorporar algunos postizos. ‘La mariposa' de Clara Rodríguez es otro de los trabajos que destacan en la graduación. La joven Paula Gómez, a pesar de estar varias horas prácticamente sin moverse de la silla, sonríe y mira de reojo al espejo observando cómo su piel se ha convertido en el lienzo de la artista. «Durante este curso, las alumnas se han ido formando tanto teóricamente como en muchas horas de práctica», asegura Rafael Artero, jefe de estudios.
Los maquillajes fueron realizados con agua de colores y algunos aerógrafos, además de varios complementos como pedrería y purpurinas, así como pestañas postizas, prótesis y otras técnicas de manualidades que realzan los body paint. En definitiva, cuerpos desnudos arropados con mucho arte.