Los animales pueden ser muy inteligentes, pero no solo los perros, los simios o los delfines, sino también otras mascotas como los gatos. Así lo ha demostrado Fumi Higaki, una mujer de Ichinomiya (Japón) que ha entrenado a su gata Ebisu para que imite sus movimientos con el método «Haz lo que yo hago».
La dueña, que es entrenadora de perros profesional, estuvo tiempo practicando con su mascota de 11 años, tal y como explica la investigadora Claudia Fugazza a la revista Science.
La técnica «Do as I Do» era la que Higaki utiliza con Ebisu. Le grita la orden «¡Haz lo que yo hago!», realiza un gesto o movimiento y luego le da otra orden: «Hazlo». Si la gata lo imitaba, recibía una recompensa.
Esta motivación por la comida hizo que la mascota se familiarizara con la imitación en cuestión de meses, de mayo a septiembre del año pasado.
Fugazza acudió a la tienda de mascotas de Fumi Higaki y vio en directo la imitación de la gata, aunque como no se fía demasiado de los extraños fue su dueña la que tuvo que hacer la demostración.
Tras 18 ensayos, la investigadora estableció que Ebisu es capaz de copiar los comportamientos de su ama un 81% de veces. Gestos como ponerse de pie, dar golpes en una caja, tocar un juguete o abrir un cajón son algunas de las imitaciones que hace la mascota.
«Basándonos en el desempeño del gato, argumentamos que tiene la capacidad de mapear las diferentes partes del cuerpo y los movimientos del humano en sus propias partes y movimientos corporales, al menos hasta cierto punto», escribió la autora de la investigación.
Este estudio es sorprendente ya que este entrenamiento no suele ser recurrente en los felinos, sino en otras especies como perros, monos, orcas o delfines. Aun así, esto solo demuestra que Ebisu es capaz de imitar, lo cual no es extrapolable a todos los felinos si no se hace una muestra mayor.
«Es posible realizar estudios futuros en gatos. Espero que alguien acepte el desafío de hacerlo, pero también soy consciente de las dificultades y el tiempo que se necesita para entrenar a los gatos», dijo Fugazza. «Por tanto, siento que es una cuestión de tiempo y recursos».