Su trabajo ha revolucionado Santa Catalina. Desde que se propuso plasmar en un mural un inmenso plano de la barriada, no dejó de recibir apoyos a través de las redes sociales y de muchos vecinos que se acercaron a la plaza de la iglesia de Sant Magí para seguir de cerca sus avances y buscar sobre la inmensa pared los rincones cataliners más emblemáticos, y hasta su propia casa.
Andrea Moretto, argentina de Mar del Plata, llegó a Mallorca hace dos años y se instaló en este barrio. Formada en la Escuela de Bellas Artes Malharro, de Buenos Aires, y madre por partida doble, vivió durante veinte años en Miami Beach, donde realizó varios murales y se especializó en batik –una técnica para teñir telas originaria de Indonesia–, pero también se dedicó a pintar sobre tela acrílica trabajos por encargo en los que plasmaba momentos importantes en la vida de sus clientes a través de sus dibujos, combinando caricatura con imágenes realistas.
«La idea de pintar un gran mural en una pared de la plaza que estaba muy deteriorada surgió de Tomeu Mas, de sa Llimona, que contactó con la dueña del muro, y de mi hermana Sol, de La nueva burguesa. Cuando me reuní con la dueña de la pared y le propuse pintar un mapa de Santa Catalina, enseguida le gustó la idea», señala Andrea Moretto. Su hijo Anton, de 14 años, ha sido parte importante del proyecto porque le ayudó con las vistas satelitales para profundizar en muchos detalles.
Esta experta muralista ha vivido el proceso creativo de una manera muy especial, «disfruté pintando ese mural, pero sobre todo fue hermoso ver a abuelos y abuelas, que habían vivido en la barriada toda su vida, acercarse hasta el gran mapa para ver cómo iba naciendo». La artista dedicó infinitas horas durante las cuatro semanas de agosto, incluido algún domingo, para realizar esta obra, «un tiempo apasionante, no solo pintando, sino también charlando con los vecinos y descubriendo a través de ellos muchas historias de la barriada».