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Betadine, clorhexidina, alcohol... ¿para qué sirve cada uno?

Conviene saber cuáles de ellos son los más idóneos para usar cuando nos hacemos una herida.

| Madrid |

Nos caemos y nos hacemos una herida, ¿qué tipo de producto debemos utilizar? Como bien indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), «en el mercado encontramos muchos tipos de antisépticos y desinfectantes». Sin embargo, no todos se utilizan para lo mismo. Por lo tanto, conviene saber cuáles de ellos son los más idóneos para usar cuando nos hacemos una herida.

El betadine también se conoce como povidona yodada. Se trata de un desinfectante muy económico que permite eliminar las bacterias que pueden impedir una adecuada curación de las heridas. Como bien señala la OCU, el betadine es un producto que tiene propiedades bactericidas y antifúngicas.

Estas propiedades del betadine lo convierten en un producto indispensable que siempre tiene que estar en el botiquín. Sin embargo, solo debe usarse sobre quemaduras y heridas leves. Tras su aplicación, debemos dejar que se seque.

En el caso de que la herida que nos hayamos hecho sea abierta, las posibilidades de que se infecte son mayores. Además, puede haber en ella todavía arena o tierra que dificulte el proceso de sanación. El producto idóneo para estos casos suele ser la clorhexidina, también conocida en el mercado como Cristalmina.

Sin embargo, aunque la clorhexidina tiene la ventaja de que puede utilizarse en heridas abiertas, la OCU advierte de que es «poco efectiva con hongos y virus». Además, nunca debe combinarse con jabón o yodo. También, puede irritar la boca, los ojos y los oídos, por lo tanto, se puede aplicar en heridas que no comprometan estas partes del cuerpo para evitar riesgos.

Contrariamente a la Cristalmina, el alcohol no está indicado para ser utilizado en heridas abiertas. Si se hace esto lo único que conseguiremos será dañar la piel y evitar que cicatrice lo antes posible. Por eso, solo se debe usar «para limpiar y desinfectar las manos o la piel sana», según expone la OCU.

Antes de tratar una herida, usar alcohol para desinfectar las manos o la piel de alrededor de la lesión puede ser una buena idea. Pero, su concentración debe ser igual o superior al 60% para que realmente cumpla su función.

Finalmente, otro de los productos indispensables que nunca deben faltar en nuestro botiquín es el agua oxigenada. Es una buena manera de limpiar una herida siempre y cuando esta sea cerrada. Si es una herida abierta es mejor utilizar agua para limpiarla y, después, la clorhexidina.

La OCU recomienda que el agua oxigenada no se utilice junto con yodo o sus derivados. Por el resto, es un excelente desinfectante que nos permitirá lavar y limpiar con profundidad las heridas que sean cerradas.

Estas son algunas de las opciones que podemos utilizar en una herida. Saber cuál es la utilidad de cada producto y en qué tipo de heridas podemos usarlos es fundamental para evitar dañar los tejidos y que, al final, las lesiones tarden más en curarse. Recordemos que solo el alcohol y el agua oxigenada pueden usarse en heridas cerradas, mientras que el resto también son aptos para las abiertas.

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