Las hileras de viñedos de Can Majoral en Algaida se vistieron este sábado de pasarela para la presentación de Aimar Quiscú, la colección Muchache 20/21 del diseñador mallorquín Sebastián Pons, un desfile que dadas las recomendaciones de distanciamiento social se optó por realizar a puerta cerrada, pero que se abre al público en formato fashion film visible a través de la página web de Muchache y sus redes sociales.
Los acontecimientos derivados de la pandemia han servido de reflexión para el diseñador y su equipo en cuanto a revisar su día a día y echar la vista atrás, a repasar el estilo de vida y costumbres de nuestros antepasados y el cambio que supuso la preponderancia del turismo, no solo a nivel económico, sino también cultural. Imágenes del archivo fotográfico de Josep Pons Frau recogidas en el libro Mallorca: imatge fotogràfica i etnogràfica sirvieron al diseñador y su equipo para obtener una visión de ese pasado agrario y rural de la isla y en el que prendas como la camisa –antiguamente una prenda más larga, sin cuello y con botonada hasta el pecho, versátil y funcional– fueron de gran inspiración. Así nace Aimar Quiscú, una colección formada por una veintena de looks en la que la camisa no solo se erige como protagonista, si no que Sebastián Pons la convierte en pieza icónica, como ya hiciera en temporadas anteriores con el kaftán, la túnica o la toga.
Los tejidos predominantes, donde la paleta es básicamente blancos naturales, algún beige y alguna tímida concesión al estampado, son el lino y algodón orgánicos, para vestir tanto a hombres como mujeres. La colección, además de mimetizarse con el paisaje y esencia de Mallorca, se elabora íntegramente en su taller de forma artesanal, respetuosa con el medio ambiente y con técnicas residuo cero. Durante el evento ha sido espectacular la vista de los modelos surgiendo de entre las viñas con Digués amic, de Maria del Mar Bonet de fondo.