La última entrega de Sábado Deluxe comenzó con una entrevista doble a Ágatha Ruiz de la Prada y su hija, Cósima Ramírez. Esta última se mostró muy esquiva con las preguntas de todos los colaboradores; tanto es así, que Jorge Javier Vázquez dijo en varias ocasiones que hablaba como un político: midiendo las palabras pero sin decir nada.
Ocurrió con temas de amor, de la ruptura entre sus padres o de su ideología política, pero hubo un asunto sobre el que mostró sin miramientos su posición: la exhumación de Franco. El comentario contra la misma tuvo lugar después de que Ágatha comentara que le pareció «una falta de respeto» y que «no le gustó nada».
Entonces, Cósima añadió que lo encontró innecesario por el momento en el que se hizo habiendo tantos problemas del presente. Esta crítica se sumó a otras a lo largo de la gala, en la que dijo que, tanto Pedro Sánchez como Pablo Casado habían demostrado no estar a la altura o que Cayetana Álvarez de Toledo le encantaba pese a «haberse radicalizado»" por el «ambiente político».
Ante su opinión sobre la exhumación, Jorge Javier Vázquez se enzarzó con Cósima defendiendo que se trataba de «un símbolo muy importante», algo que suscribió Kiko Matamoros, diciendo que, en ese momento, se trataba de una medida urgente para la democracia.
Por el otro bando, María Patiño coincidió tanto con Cósima como con su madre, agregando que está en contra de la revisión de monumentos y símbolos históricos porque lo pasado «no se puede cambiar». Asimismo, Cósima Ramírez mantuvo su discurso asegurando de que se trataba de una «mera distracción» para no solucionar otros problemas «más importantes».
Pero poco duró la tensión, pues la propia María Patiño zanjó la discusión con un alegato sobre decirse «te quiero» por encima de motivos ideológicos, entonando su icónico No dejes de soñar.