Ya hace algunos días, durante la fase 2, muchos se han tomado las cañas y cafés en las terrazas, pero disfrutar de ese café con leche leyendo la prensa diaria, tomando un refresco y bocata o una caña y una tapa en la barra tiene algo especial.
Y eso bien lo sabe la gente de barra como Bartolomé Vallespir, un asiduo cliente del bar El Cisne, que confiesa en este primer día de acudir al interior del bar: «Me gusta tomar el café o la caña con el bocadillo en la barra mientras leo Ultima Hora». Por su parte el propietario de El Cisne, Mariano González, asegura que «los clientes de barra son de primera hora y a media mañana, se conversa más y son asiduos de toda la vida».
Desayuno en la barra
En el bar Max Davy, de calle Blanquerna de Palma, Juan Carlos disfruta del café en la barra, manteniendo la distancia con otros dos clientes. «Tomar el café en la barra tiene un sabor especial», comenta Juan Carlos, quien destaca que «el trato con los camareros es más cercano». Algo que ratifica David, quien tras la barra confiesa que «se habla más con el cliente mientras se sirven otras comandas».
En la cafetería Celler Sa Premsa, Manolo y Mónica sirven a Aida Díaz, café con leche y bocadillo, y a Marisa Martín, zurito y un aperitivo. «Soy clienta desde hace años –destaca Marisa– y si puedo me gusta tomar la caña y un pincho en la barra. Tomar lo mismo sentada en terraza o en una mesa del interior no es lo mismo, aunque en ocasiones lo tomo». Por su parte, Mariano añade que «todos los clientes son simpáticos, pero con quienes se toman las consumiciones en barra se entabla una conversación más cercana. Por lo general, la barra siempre está llena en nuestra cafetería».
En el bar Piccolo, del Paseo Mallorca, su propietario José Fernández sirve el desayuno, café con leche y croissants a dos clientes asiduos, Gerard Palmer y Belén Portell. Mientras Belén asegura que «me gusta más desayunar en barra», su compañero, Gerard, confiesa que «yo soy más de barra, pero para tomar una copa, a media tarde o por la noche».