Con las calles desiertas y la actividad humana casi completamente paralizada con motivo de las restricciones del coronavirus en Mallorca, la vida silvestre da un paso adelante. Varias fotografías, compartidas en las redes sociales, muestran a varias familias de patos transitando por las aceras en calles de Santa Ponça y de Palma como si tal cosa, a plena luz del día y sin que nadie les moleste.
Ya lo decía en Jurassic Park, la original, la de 1993: «la vida se abre camino».
Imágenes curiosas, como la captada recientemente en el Molinar y protagonizada por otro palmípedo menos amable que los de esta información, una gaviota adulta atrapada en una casa del barrio.