Hace unos días, en plena vorágine informativa por la crisis del coronavirus en España, conocimos que Dani Rovira empezaba a tratarse con quimioterapia de un linfoma de Hodgkin, un cáncer poco común que afecta el sistema linfático.
Su enfermedad y el tratamiento de la misma no ha cambiado la voluntad de ser solidario del actor, según publica 20 minutos «sigue colaborando, incluso con mayor implicación, en todos aquellos proyectos cuya finalidad es ayudar al prójimo. Está claro que ni siquiera el linfoma diagnosticado le va a dejar sin fuerzas para seguir cumpliendo el objetivo principal de su vida: que nadie pierda la esperanza. Ni la sonrisa».
En este momento, Rovira cuenta con el principal apoyo de su familia y de su pareja, la también actriz Clara Lago, quien coincidiendo con las novedades de su estado de salud dejó claro que va a seguir estando ahí, a las duras y a las maduras.
Recientemente, la fundación de Rovira y Lago entregó miles de pantallas destinadas a los centros sanitarios de la provincia de Málaga.