El Acuartelamiento militar Jaime II de Palma acogió este sábado la primera jornada de la III edición de la Spartan Race Mallorca, que se vio salpicada por la muerte súbita de uno de sus participantes.
Alrededor de tres millares de personas se sumaron a esta exigente carrera de obstáculos, que cada vez atrae a más deportistas. Este año la Spartan se ha dividido en dos días para evitar grandes aglomeraciones, y hoy se celebra la segunda jornada.
«Esta es una Spartan espectacular. El entorno es muy bueno y la zona militar es única» expresó Ángel Sanz, director general de Spartan en España, quien además subrayó la colaboración de los militares. «Hacer el evento junto a los militares cambia radicalmente el proceso. La carrera de Mallorca es la más fácil de organizar».
Este sábado se disputó la modalidad Super, de diez kilómetros y 25 obstáculos por superar. Esta es la distancia intermedia de la Spartan Race, en la que los atletas comprueban si están preparados para enfrentarse a la prueba definitiva: la carrera Beast.
Por otro lado, hoy tendrá lugar la carrera Sprint, de cinco kilómetros y con 20 obstáculos, dirigida a corredores menos experimentados o que se suman por primera vez a la experiencia espartana. Fue en los obstáculos donde los deportistas demostraron los meses de entrenamiento: treparon por cuerdas y redes, subieron una fuerte pendiente cargados de cubos llenos de piedras, lanzaron jabalinas y se arrastraron bajo el alambre de espino o los coches militares.