El urólogo catalán Josep Maria Gil-Vernet, reconocido nacional e internacionalmente como el impulsor del trasplante renal, ha fallecido este jueves a los 97 años, según ha informado la Sociedad Catalana de Urología.
Gil-Vernet se licenció en Medicina en la Universidad de Barcelona y se doctoró en la de Madrid el año 1951, y unos años después se especializó en urología, especialidad de la que fue jefe de Servicio del Hospital Clínic de Barcelona.
En 1965 fue el autor, en colaboración con el doctor Antoni Caralps, del primer trasplante de riñón en España y, más tarde, del de testículo, ayudado por un equipo de veinte especialistas.
También realizó en el año 1983 el primer trasplante de páncreas y riñón, en esa ocasión con el doctor Laureano Fernández-Cruz.
Fue vicerrector de la Universidad de Barcelona de 1973 a 1980 e impulsó cursos internacionales de urología, que llegaron a agrupar a unos 2.000 profesionales, que podían seguir en directo en el Palau de Congressos de Barcelona las intervenciones realizadas en el Hospital Clínic.
Su vocación científica y pedagógica se completó con la realización de unas 90 películas científicas de gran calidad, premiadas con la Medalla de Oro en el primer Congreso mundial de cine científico y el primer premio Golden Eagle.
Josep Maria Gil-Vernet ha sido reconocido por sus colegas con diversas intervenciones que llevan su nombre y, de hecho, más de 40 procedimientos están asociados a este innovador médico y cirujano catalán.
Gil-Vernet visitó y trató como médico durante años al rey Juan Carlos en su clínica privada Sant Josep, situada en el barrio del Putxet de Barcelona, que quebró y cerró en 2003.
A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios y galardones, como el Premio Nacional de Cirugía (1967), la Medalla de Oro de la Fundación Catalana para la Investigación (1997), la Medalla de Oro de la Sociedad Catalana de Trasplantes (1999) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad (1985).
El Hospital Clínic de Barcelona, donde desarrolló gran parte de su carrera, ha lamentado la pérdida de Gil-Vernet, al que define como «figura relevante de la urología catalana».