En noviembre de 1975, tras la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid entre España, Marruecos y Mauritania, España se retiró de la zona conocida como Sáhara Occidental, que 23 años antes había anexado al resto de sus provincias peninsulares, y a partir de ahí se registró una huida masiva de refugiados saharauis hacia zonas más seguras.
Más de 40.000 personas huyeron a la frontera con Argelia. Desde entonces, se estima que casi 165.000 refugiados saharauis conviven en los cinco campos habilitados por los organismos de atención y cooperación, entre ellos ACNUR.
Para dar visibilidad a este conflicto, enquistado desde hace 42 años, una decena de mallorquines se desplazó a Tinduf para participar en la vigésima edición de la Sahara Marathon. «Fueron varias carreras de 42, 21, 10 y 5 kilómetros. Ramón Mulet, Teresa Prior, Aura Pascual y Marga Llompart corrieron la maratón, Antonia Navarro, Sofía Soler y Maria del Mar Martorell, junto a la ibicenca Lucía Gómez, participaron en la carrera de 10 kilómetros y Jaime Crespí y y lo hicimos en la media maratón», comentaba ayer Manuel Mulet, ‘jefe' de la expedición.
Las diversas pruebas se celebraron el pasado 25 de febrero, pero el grupo estuvo en los campamentos entre el 22 y el 27. «Estuvimos conviviendo con dos familias de ahí», explicaba Maria del Mar Martorell, quien era la primera vez que acudía al lugar. «El pasado verano mi pareja y yo acogimos a dos niños dentro del programa Vacances en Pau y tuve la suerte de estar con la familia de uno de ellos. Este año repetiremos la experiencia», aseguró. Maria del Mar se mostró impresionada tanto por las condiciones de vida y el día a día como con los entresijos de este conflicto.
Material
Los deportistas de Balears llevaron diverso material deportivo como chándales, petos, camisetas y balones de fútbol. «También nos dijeron a través del Ministerio de Juventud y Deportes de la República Árabe Saharaui Democrática si podíamos hacerles llegar ropa deportiva específica para que las mujeres pudieran jugar a voleibol», explicaba Mulet.
El material, que llenó cinco maletas de unos 20 kilos cada una, se compró gracias a los 1.200 euros de recaudación del III Everesting organizado por el Club Malift, donde Luis Páez estuvo subiendo y bajando las escaleras del Castell de Bellver durante 24 horas.