Con lágrimas y gritos de desesperación, los vecinos de Manacor, Inca y Felanitx despidieron las fiestas de Carnaval con el Entierro de la Sardina.
En Felanitx se retomó la tradición después de unos años sin celebrar el evento. Este año han sido los jóvenes del Ateneu y los quintos nacidos en 1998 y 2001 los organizadores de la celebración. A las 19.00 horas empezó la vetlla y rosario en el local del Ateneu para después salir en procesión hasta la plaza Pax, lugar elegido para realizar la ‘misa', oficiada por el obispo ‘Don Antonio Simeón González de la Torre y Genovart de Faro'. Después, se quemó la sardina y se celebró una torrada festiva.
En Manacor, la comitiva salió en procesión desde el Ajuntament hasta la plaza de sa Torre. Allí se celebró una torrada y ya se quitó la primera pierna a la Jaia Quaresma.
En Inca volvió a corroborarse que el Entierro de la Sardina es un evento que ha ganado protagonismo en el Carnaval de la capital del Raiguer. Con un recorrido que se extendió desde la plaza de Antoni Fluxà a la plaza del Bestiar, la comitiva estuvo acompañada por la Agrupació Joventut d'Inca. Una vez en la plaza, se organizó una sardinada a beneficio de la AECC y que contó también con una ballada a cargo de los Revetlers des Puig d'Inca.
En el Sagrat Cor de Palma
La procesión de la comitiva del Entierro de la Sardina estuvo formada en el colegio Sagrat Cor por los 250 alumnos de 4º, 5ª y 6ª de Primaria.
La comitiva estuvo formada por la viuda, el alcalde, el enterrador, el capellán y los alumnos que llevaron a la difunta sardina por las calles próximas al colegio. Acabada la procesión, la sardina se quemó en el patio, acompañada por un pequeño espectáculo de pirotecnia. En esta ceremonia se estrenó la nueva ‘geganta' del centro, la Jaia Corema.