En unos días muchos de los 47 estudiantes graduados por la UIB en Dirección Hotelera Internacional iniciarán sus prácticas como profesionales capaces de desempeñar tareas de dirección de empresas de alojamiento y restauración en destinos nacionales e internacionales.
Ariadna Bou Veny, residente en Marratxí, a sus 21 años de edad ya tiene preparadas las maletas para viajar a República Dominicana, donde estará durante cuatro meses realizando sus prácticas en los distintos departamentos del Hilton la Romana y Hyatt Zilara Capcana, en las zonas de La Romana y Punta Cana, respectivamente. La joven, que de pequeña quería dedicarse a la docencia, finalmente en Bachiller tuvo claro que «me interesaba más el turismo».
Eduardo Cifre, natural de Alcúdia y quien ya realizó prácticas en el Zafiro Palace de Alcúdia, irá destinado al Whala!bayahíbe, un exclusivo hotel de 4 estrellas en Bayahíbe, República Dominicana. Estela Barreal, nacida en Ávila y criada en Galicia, tiene gran experiencia en el sector. A sus 33 años ya sus padres tenían un negocio de hostelería y llegó a ser maitre a los 28 años. «Durante 10 años he trabajado con la compañía Ibertostar». El próximo día 20 de febrero Estela se incorpora al equipo de Iberostar Boa Vista, en Cabo Verde.
Daniela Mena, nacida en Ecuador, tiene 22 años y quería dedicarse a la rama sanitaria, pero al finalizar Bachillerato y tomarse un año sabático, trabajó como camarera y le gustó el sector del turismo, queriéndose especializar en Dirección Hotelera. En unos días pondrá rumbo al hotel Paraíso Beach, de la cadena Iberostar en Playa del Carmen, México.
Mariano Talavante, de Felanitx, viajará a Lisboa para unirse durante seis meses al equipo de Iberostar Lisboa. Durante sus prácticas cobrarán entre 400 y 600 euros mensuales, dependiendo el destino y, excepto Marino, por tratarse de un hotel urbano, todos cuentan con alojamiento y alimentación.
Ilusionados, con ciertos nervios y muchas ganas de empezar a trabajar, estos nuevos talentos están ávidos de conocer sus destinos con excursiones y hacer nuevas amistades.
En sus maletas llevarán, además de Quelitas y alguno hasta una sobrasada, lo básico en ropa. Todos coinciden en aprovechar cada oportunidad y son conscientes de que lo que echarán de menos, además de la familia, será la comida casera. En el caso de Mariano, «mi coche y mi casa, ya que tendré que alojarme en un apartamento y sin vehículo». Han indagado su destino y, en el caso de Daniela, «pienso realizar excursiones en mis días libres».
Estela tiene ganas de finalizar las prácticas y ponerse al frente de alguna dirección. «Podemos ser partícipes de los pequeños momentos que vive la gente en sus vacaciones». Tras las prácticas, algunos tendrán la oportunidad de firmar contrato en la cadena hotelera.
Una oportunidad de aplicar sus valores al sector
Es un plan de formación y unas prácticas previas a iniciar su andadura profesional. La UIB ofrece a sus estudiantes la posibilidad de participar en diferentes programas de intercambio o de movilidad.
Los jóvenes aplicarán al sector hotelero conocimientos de economía, derecho, geografía y recursos humanos, con capacidad para el trabajo en equipo. Asimismo, se adaptarán a nuevos entornos en un sector altamente dinámico.