El granadino Jesús Rafael García Hernández, más conocido cómo Rafael Amargo, es uno de los mejores bailarines y coreógrafos españoles.
Desde que debutara profesionalmente a los 16 años y en 1997 estrenara su primer espectáculo, Amargo ha cosechado un sinfín de éxitos y recibido numerosos premios entre los que destacan cuatro Premios Max de las Artes Escénicas, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la Medalla de Andalucía, entre otros.
Bajo sus espaldas, o sobre sus piernas, como se prefiera decir, lleva un gran puñado de espectáculos que han llenado teatros de toda España. Entre ellos, Poeta en Nueva York, El amor brujo o Yerma, obra a punto de estrenarse en el madrileño Teatro La Latina.
Además, ahora ya menos, ha sido asiduo a la televisión, ya sea en España o fuera de nuestras fronteras, participando, como concursante o como jurado, en programas como Ven a cenar conmigo Summer Edition, Expedición imposible o Top Dance.
Pero si hay algo que ha caracterizado la imagen pública del bailaor, y que siempre lo han acompañado, han sido los escándalos y las polémicas. La última, su detención en una operación contra una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
Hace unos meses, Amargo causó un terremoto por unas controvertidas declaraciones en las que aseguraba: "Soy bisexual, ni maricón ni gay". Además, el bailaor aseguró que se considera una persona "viciosa", pero también muy "creyente". Y, para rematar -y rematarle el día a los a los defensores de los derechos LGTBIQ, que vieron en sus palabras un claro síntoma de homofobia-, el andaluz sentenció: "¿Y por qué no celebramos el 'Día del Orgullo Hetero'?".
La cosa no fue a mejor cuando quiso matizar esas palabras días después. "A mí no me gusta que a nadie le llamen maricón porque es una palabra despectiva y creo que un maricón es un terrorista, un pederasta, un hijo de puta, un ladrón, alguien que haga algo mal", señaló, provocando la reacción inversa a lo que, seguramente, él esperaba.
Hace algo más de un año, aunque no estaba confirmado oficialmente como nuevo concursante de GH VIP 7, Amargo estaba en todas las quinielas para formar parte de la última edición del exitoso reality de Mediaset. Sin embargo, y según se entendía de una publicación que puso en las redes, pareció que el coreógrafo se había caído a última hora de la lista.
"Cumplir con la palabra y no inventar excusas y sobre todo prejuicios. ¿De verdad que siendo referentes de un programa RECHAZÁIS ? DISCRIMINÁIS a personas?, ¿Qué pasa, ellos no conviven?, ¿No contáis con ellos como seres aptos?", escribió en un claro ataque al programa el bailarín, que concluyó con esta reflexión: Ojo, es muy delicado lo que cuento".
Unas declaraciones que abrieron un debate en las redes, donde se especuló con lo que había podido suceder y cuáles eran los motivos para su no participación.
En 2011, y tras una agria polémica con Antonio Canales, que llamó a Amargo "el más maricón de todos", este decidió cargar contra el sevillano a raíz del escándalo de las fotos donde aparecía haciéndole una felación a su novio en la playa. "El que con fuego juega, a veces se puede quemar y creo que para hacer esas cosas hay que cuidarse un poco. Todos podemos cometer errores en esta vida pero las cosas van cayendo por su propio peso. Me parecen unas imágenes muy escabrosas", señaló el de Granada.
Un año antes, Amargo había protagonizado una comentadísima portada en Interviú, que le convirtió en el segundo hombre en desnudarse en la portada de la revista y el primero en hacerlo íntegramente. El bailarín tiró de su valentía y provocación para, al contrario que Jesús Vázquez años antes, despojarse de toda su ropa, ofreciendo en exclusiva para la revista, las primeras imágenes de su desnudo integral. No solo desnudó su cuerpo, también su alma, ya que ahí ya hablaba sin tapujos sobre su lado más "políticamente incorrecto y emocionalmente promiscuo".
En 2007, dirigió la gala de la elección de la reina del Carnaval de Tenerife y no sin polémica. La gala, que fue comparada con las de Operación Triunfo o Mira quien baila, no supo captar el espíritu del carnaval de la isla. A tanto llegó el asunto que el gobierno local puso el caso en manos de sus servicios jurídicos para que buscaran la fórmula legal de no abonar una parte "importante" de dinero al artista, que ya en la previa había desatado las críticas en Tenerife al anunciar antes de la gala que no quería "gordas" en el espectáculo.
Un espectáculo diseñado por Amargo en el que, entre abucheos y una pitada histórica, actuaron, entre otros, Belén Esteban, quien imitó a Madonna. El grupo ganador del concurso de murgas se solidarizó con las protestas del público y se negó a actuar en el show en un escándalo que aún hoy es recordado en la isla ya que provocó que por primera vez en la historia, tras la elección de la reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, se hablara más de la gala que de las propias candidatas.
Polémicas casi intrínsecas al genial bailaor, de 45 años, pero que sin lugar a dudas enturbian su figura pública y de las que parece imposible desligarse, pasen los años que pasen.