Desde sus inicios, cuando Caballito de Mar, pasó de ser una cafetería, abierta por el abuelo materno de Toni y Cristina, a restaurante regentado por sus padres, muchos eran los rostros conocidos que acudían al establecimiento. «Antes de hacer la reforma en el año 2002, las paredes del restaurante estaban llenas de fotos de famosos», recuerdan los hermanos Gil.
En los últimos 18 años, Caballito de Mar se convirtió en restaurante de prestigio y referencia en el que se podían ver, a cualquier momento del día y del año, a famosos en sus terrazas o reservados. Desde los reyes eméritos hasta los actuales, Felipe VI y Letizia, pasando por muchos deportistas, en especial futbolistas, a actores, directores de cine, cantantes, bailarines, políticos, importantes empresarios, modelos, y un largo etcétera. «Y los que han estado y ni nos hemos dado cuenta o no los hemos reconocido, pues en ocasiones veíamos a gente que se hacía fotos con clientes», comentan.
Entre anécdotas, en una visita de Felipe y Letizia, quienes tenían prevista la salida por la puerta principal, tras la cena, la reina Letizia decidió, ya dentro del ascensor, salir por la puerta de atrás, haciendo correr a toda la seguridad e intentando dar esquinazo a los fotógrafos.
Por otro lado, Nadal ha sido, además de un gran cliente, uno de sus mejores embajadores y en especial de la gamba roja. «Siempre que venía con quien fuera Rafael le aconsejase comiera la gamba roja». Una de las imágenes que dieron la vuelta al mundo fue la que se hicieron Nadal y Cristiano Ronaldo, siendo el futbolista quien la colgó en sus redes sociales.
Por Caballito de Mar ha pasado el director de cine Woody Allen, la actriz Sharon Stone, bailarines de la talla de Joaquín Cortés y Sara Baras; cantautores como Joaquín Sabina, Dani Martí, Chayanne, Miguel Ríos o Jaume Anglada, el actor Hugh Laurie (doctor House), futbolistas como Mario Suárez, Marco Asensio, Iván Campo, Aduriz, así como Bertín Osborne, Concha Velasco, Arturo Fernández y muchos más. El Passeig de Sagrera, gracias a Caballito de Mar, era como el paseo de las estrellas.