Fue en marzo de 2019 cuando el chef Álvaro Salazar, ya reconocido de forma internacional y con tres Estrellas Michelin consecutivas en su currículum, presentó su nuevo proyecto al mundo, el restaurante Voro, ubicado en el corazón de Park Hyatt Mallorca (Canyamel).
Con su concepto gastronómico sutil y rebelde, el joven cocinero se propuso el objetivo de conquistar el mundo culinario y a los huéspedes del hotel.
Este miércoles, poco más de medio año después, el 20 de noviembre, su proyecto Voro recibe su primera Estrella Michelin, un prestigioso galardón que premia esta nueva y sorprendente experiencia culinaria, localizada en el noreste de las Islas Baleares. «Después de esta temporada en Voro, sabemos que esto no ha hecho más que empezar», declara el joven chef.
«Voro significa devorar en latín», explica el cocinero con un guiño. Es un sustantivo que el chef buscó personalmente y lo seleccionó por su importancia y origen etimológico.
Un concepto estrechamente relacionado con la filosofía de Álvaro Salazar, que enfatiza el sabor y el deseo de probar y experimentar más allá de cada bocado. Es un nombre corto, directo y fácil de recordar.
En cuanto al resto de restaurantes, no hubo novedad y todos conservan los ‘macarons' de la edición anterior. Zaranda, de Fernando Pérez Arellano, continúa siendo el único con doble distinción. A pesar de que los rumores apuntaban a que el restaurante Maca de Castro (antes Jardín), lograría una segunda estrella, el restaurante de la cocinera de Alcúdia se queda con una sola, al igual que Adrián Quetglas, Andreu Genestra, Marc Fosh, Es Racó d'es Teix (Josef Sauerschell) y Es Fum (Miguel Navarro).
También ha recibido una estrella el restaurante Estragón de Sant Antoni de Portmany, en Ibiza.
La gala se celebró en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.