Boda con final inesperado. Un sacerdote que presidía una ceremonia nupcial en el Reino Unido se confundió con los nombres en el momento del registro del matrimonio e inscribió como cónyuges a la dama de honor y al padrino y envió el documento firmado a las autoridades eclesiásticas.
El error del sacerdote terminó convirtiendo en esposos al hermano del novio y a la mejor amiga de la novia, que no se conocían antes de llegar a la iglesia. Ahora tendrán que anular su matrimonio y los novios deberán volver a casarse.
En el Reino Unido se suele firmar el registro en la propia iglesia, al finalizar la ceremonia y los novios presentan dos testigos.