Andrés Velencoso (Tossa de Mar, Girona, 1981) es el modelo español más internacional de este siglo, aunque en los últimos tiempos también se le ha visto en películas y series de televisión. Este jueves estuvo en el Club Náutico de Palma invitado por BMW, uno de los patrocinadores de la 38 Copa del Rey Mapfre.
Ya tiene 41 años. ¿En qué momento se encuentra?
—En un momento muy bueno tanto en lo personal como en los profesional. Los 40 vinieron a abrazarme. Tengo propuestas, pero me gustaría tener más proyectos de cine que de modelo.
¿Fue casualidad meterse en el mundo de la interpretación?
—Conocí a Antonio Rubial, que sigue siendo mi agente, y me comentó si me interesaría probar. Le dije que si había algo en lo que encajara, pues sí.
Como modelo también tiene que actuar un poco, ¿no?
—En los trabajos de modelo muestro versiones de Andrés Velencoso: el duro, el marinero, el aventurero, el seductor... como actor eres una persona diferente. Por lo menos lo intento.
¿Se ha sentido alguna vez discriminado por su físico?
—Sí, sobre todo en los inicios de mi carrera. Por demasiado alto, por demasiada espalda. No es que estuviera acomplejado, pero no lo acababa de entender. En Estados Unidos sí que encajé porque hay gente más parecida a mí. Pero en París durante la Semana de la Moda era mucho más difícil porque no entraba en las tallas. En este mundo en bueno saber dónde puedes encajar y dónde no.
¿Es justo que las ‘top model' ganen mucho más que sus homónimos masculinos?
—Las mujeres venden más, es la realidad, pero la diferencia es abismal.
Ha dicho que está en un momento muy bueno personal. ¿Tiene pareja?
—Lo dejamos en que estoy en un momento personal muy bueno.
¿Tiene alergia a pasar por la vicaría?
—La verdad es que no.
¿Cuánto hay de genética y cuánto de trabajo en su cuerpo?
—Siempre hemos comido muy sano en mi casa, mucha legumbre y mucho potaje. Yo diría que 70 por ciento genética y 30 trabajo.
¿Se quedará mucho tiempo en Mallorca?
—Unos días con mi amigo Bore Buika.
Como catalán, ¿cómo está viviendo lo que está ocurriendo en su tierra?
—Es un tema que no se ha sabido gestionar y ya está cansando un poco. Lo que me preocupa más, yo que vivo en Londres, es el ‘Brexit'.