Rafael Prieto, el policía nacional al que jubilaron por tener una pierna biónica, se reincorporará el próximo día 8 de julio al trabajo después de haber llegado a buen fin el periplo jurídico que inició hace casi cuatro años.
Prieto volverá a trabajar en lo que desde que acabó la selectividad ha sido su vocación: de policía. Y lo hará en el área de Participación Ciudadana de la Comisaría de Córdoba y pocos días después del bautizo de su hijo, tal y como relata a Efe.
Hace poco, la Dirección General de la Policía le informó de que ya podía volver a trabajar, una vez que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional le dio la razón en una sentencia que obliga al cuerpo a reincorporarle.
Fue en 2015 cuando Prieto, entonces destinado en la comisaría de la localidad cordobesa de Lucena, sufrió un grave accidente de moto fuera del horario laboral y perdió una pierna.
Casi dado por muerto, este agente permaneció cinco días en la UCI en coma inducido, pero finalmente pudo recuperarse en planta a una velocidad que sorprendió a los propios médicos.
La ayuda de entidades como el Sindicato Unificado de Policía (SUP), de familiares y de amigos le permitieron comprar una prótesis adecuada. Tanto, que Rafael practica todo tipo de deportes.
Pese a ello, el tribunal médico de la Policía decidió que debía pasar a segunda actividad al menos un año y luego revisarían su caso. Pero este policía cordobés no se conformó porque se sentía capacitado para trabajar en puestos más administrativos, como la Sala del 091, la oficina de denuncias u otros.
No consiguió ganar esta batalla y el tribunal decidió que debía jubilarse. Tampoco se conformó y llegó hasta la Audiencia Nacional, que finalmente le ha dado la razón en un sentencia dictada a mediados de octubre pasado y firme ya en noviembre.
Las relaciones con la ciudadanía, desde charlas en los colegios hasta contactos con los comerciantes o el sector turístico, serán a partir del día 8 de julio la finalidad de su nuevo puesto, al que se incorpora después de recibir el pasado día 13 la resolución de la Dirección General de la Policía, que le concedió un plazo de un mes para volver.
Prieto no oculta su satisfacción por haber conseguido lo que se propuso nada más salir del hospital, porque como ha creído siempre está totalmente capacitado para el 90 por ciento de los puestos de trabajo del catálogo de la Policía, asegura a Efe.
Una pelea «larga y dura» que ha llevado a cabo «contra viento y marea», enfatiza Prieto antes de reconocer que el día 8, cuando le devuelvan la placa, será el «más feliz» de su vida.
Dice Prieto que desde que se conoció su caso muchos compañeros le han llamado para darle las gracias porque estaban en situaciones similares y abatidos y «vieron la luz» cuando supieron el desenlace de la batalla del policía de la pierna biónica.
Ahora, a escasos días de ponerse el uniforme, quiere dar las gracias a sus jefes, a sus amigos, a sus compañeros, a su familia y al SUP por todo el apoyo y ayuda recibida. También agradece las miles de muestras de apoyo recibidas de ciudadanos anónimos.
Mientras su lucha seguía en los tribunales, Rafael Prieto recibió una propuesta de un compañero de Sevilla para realizar lo que han llamado «Tour motivacional policial», con el que un grupo de policías y guardias civiles recorren distintas ciudades para motivar a aquellos que opositan para estos cuerpos.
Ya han estado en Sevilla, Jaén, Alicante, Valencia y Madrid y esta misma semana recalarán en Málaga.