El rey emérito Alberto II de los Belgas ha anunciado que se someterá a la prueba de AND para aclarar si es el padre biológico de Delphine Boël, tal y como le exige la Justicia desde el pasado noviembre, aunque el resultado no se hará público hasta que el Tribunal de Casación se pronuncie sobre el recurso que ha presentado contra esta demanda.
El Tribunal de Casación estudia un recurso presentado por Alberto II contra la primera sentencia que, en noviembre del pasado año, le ordenó someterse a las pruebas de paternidad, por lo que el monarca se negaba a realizar los exámenes de ADN hasta que se resolviera el asunto en última instancia.
Sin embargo, la Justicia tuvo en cuenta la avanzada edad de Alberto II y consideró que debía prevalecer el interés de reunir pruebas, tal y como solicitaba la demandante, por lo que hace dos semanas fijó una multa diaria de 5.000 euros para el monarca hasta que aceptara realizar la prueba.
En un comunicado difundido este martes, el rey emérito ha anunciado que acepta someterse a las pruebas de paternidad al contar con las garantías de que «las conclusiones que se saquen del análisis serán estrictamente confidenciales hasta que haya una nueva decisión de la Justicia».
En noviembre, la Justicia determinó que la mujer que reclama desde hace años en los tribunales ser hija, fruto de una relación extramatrimonial, de Alberto II no es hija del que figura como su padre biológico, Jacques Boël, y dio un plazo de tres meses al padre del actual soberano belga para someterse a la prueba de AND.
En 2013, Jacques Boël ya se sometió a una prueba de paternidad con la que se concluyó que Delphine no era su descendiente, pero los tribunales le consideraron padre legal. Esta decisión fue recurrida por la afectada y es este expediente el que sigue abierto.