Este 28 de mayo es el Día Internacional de la Hamburguesa, apreciada por millones de personas en el mundo y paradigma de la cocina basura (una fama ganada a pulso por chiringuitos y cadenas comerciales que utilizaban carnes de mala calidad, muy hechas y, por lo general, cargadas de conservantes, azúcares y otros añadidos).
Con la entrada del milenio, algunas multinacionales emprendieron campañas para destacar que sus hamburguesas eran 100% carne de vacuno, una forma de decir que no incluían casquería en su composición, tal y como denunciaban documentales que le revolvían a uno las tripas. Super Size Me, del cineasta Morgan Spurlock y candidata a un Oscar, refleja los efectos de la comida basura.
En 2015 empiezan a cambiar las cosas. El cocinero 2 estrellas Michelin Dani García diseña una hamburguesa gourmet para McDonald's, recibiendo numerosas críticas. Ese mismo año empiezan a abrir las primeras hamburgueserías gourmet. El pasado diciembre, el mismo cocinero asombraba a todos al anunciar que renunciaba a sus tres estrellas Michelin y que en octubre cerrará su restaurante para abrir un steak house con las hamburguesas como protagonistas.
¿Pero, cuál es el origen de la hamburguesa? Las primeras referencias escritas aparecen en ‘De re coquinaria', de Apicius. La expansión militar de mongoles y tártaros en la Edad Media llevó su filete tártaro a Rusia. En el siglo XVII los rusos llevaron el plato al puerto alemán de Hamburgo, donde la carne pasó de cruda a servirse cocinada, y de allí saltó al nuevo mundo como ‘filetes al estilo de Hamburgo'.
El documento más antiguo donde aparece con el nombre de hamburguesa es una carta de Delmonico´s, un restaurante de Nueva York, en 1834. En cualquier caso, la idea de servir este filete entre dos rebanadas de pan se produjo a finales del XIX y principios del XX (en la Exposición Universal de San Luis de 1904 ya se vendían hamburguesas como bocadillo). A principios de los años 30 empieza a ofrecerla White Castle, empresa pionera del sistema fast food. 10 años después, los hermanos McDonald abren su primer local en California, convirtiendo la hamburguesa en icono de la gastronomía norteamericana y de la globalización. En España el fast food no desembarcó hasta 1975 y lo hizo con Burger King.
Hay que decir que en los 50 y 60 era habitual en las casas españolas comer ‘filete ruso', una albóndiga grande y aplanada con ajo, perejil, huevo y pan rallado rebozado en harina y frito en más o menos aceite, similar a la frikadelle alemana. Según los últimos datos, en España comemos más de 550 millones de hamburguesas al año, sólo fuera de casa. Frente a los chiringuitos –Alaska, El perro loco, Diner– y franquicias de grandes cadenas, en Palma han abierto locales que han convertido la hamburguesa en un plato gourmet. Diferentes carnes, distintos tipos de pan, vegetarianas, sin gluten, incluso hay una en la que cuentas con guantes para comer y no mancharte las manos. Hamburgueserías en las que es casi imprescindible reservar y donde la gente hace cola antes de que abran, como Badal, de Patrick Battenberg y Marga Nadal, muy popular también por los originales acompañamientos que van más allá de unas simples patatas fritas. Tomen nota: La Nueva Burguesa, Brox, Raimundo, Lemon Tree, Gin Burger, o Burger Lab by Adrián Quetglas, cocinero con estrella Michelin.