MasterChef volvió este martes a encender sus cocinas en el arranque de su séptima edición, con la elección de los 15 concursantes y uno de los que se quedó a las puertas fue Joan, un abogado de 30 años de Mallorca que recibió una dura reprimenda por parte del jurado.
Joan no entró con buen pie a la última prueba de MasterChef, la que le podía brindar el delantal y el acceso al concurso de TVE. Las razones por las que dijo que se había presentado no gustaron nada al jurado: «A mí la cocina siempre me ha gustado, me parece una manera de ser muy creativo. Y llegar hasta aquí para mí ya ha sido un premio».
Al jurado no le gustó para nada su conformismo. «Sueño realizado y ya está», le respondió Pepe Rodríguez. «¿Entonces ya no quieres el delantal para nada, verdad?», le preguntó Jordi Cruz. «La verdad es que sí», respondió el aspirante.
La cosa no quedó ahí, la tensión ya se respiraba entre el jurado del concurso, que tras probar su plato, lo tuvo todavía más claro, un risotto con leche de coco y curry.
El primero en dar su veredicto fue Pepe Rodríguez: «Mi valoración es un no y tenía que habértelo dicho antes de probar al plato. Por tu actitud». No también por parte de Samantha Vallejo-Nájera, quien manifestó que el plato de Joan no estaba a la altura del concurso. Sin embargo, el más duro de todos fue Jordi Cruz: «Es la primera vez que me encuentro con esto en MasterChef. Creo 100% lo que he visto: que te da absolutamente igual. Has jugado con mi tiempo, con mi pasión y con mi oficio. Eres mi antítesis. Adiós».
Joan se despidió definitivamente de las cocinas de MasterChef 7: «Tengo ego y carácter, creo que sí. Pero esto nos mantiene vivos».