Los hay a quienes les gusta mucho la decoración navideña de este año en su barrio; quienes lo aprueban justito, quienes destacan la diferencia entre las luces del centro y la de los barrios, y quienes piden a gritos luces (alguna, por lo menos) con más colores o, incluso, la colocación de un árbol de Navidad en alguna plaza destacada de Palma –a poder ser, en algún barrio–. Las luces de Navidad aprueban este año con un cinco alto y, como el año pasado, han llegado al 90 por ciento de zonas comerciales del centro y de las barriadas.
De hecho, y según afirmó en su día Rodrigo A. Romero, regidor de Infraestructures i Accesibilitat, «es la ciudad española que tiene más kilómetros de luces de Navidad por habitante instaladas íntegramente por el Ajuntament». Pocas son las novedades de este año. Tan sólo el reforzamiento de las luces en la Plaça Alexandre Fleming y en la calle Arxiduc Lluís Salvador. ¿El presupuesto total? 750.000 euros, que incluye la custodia de materiales, montaje y desmontaje de luces, entre otros puntos.
En total, se han instalado un total de 3.297 dibujos en las calles de Palma; 2.310 elementos en las ramas de los árboles, 157 palmeras han sido decoradas y se han utilizado 107.460 metros de guirnaldas en las plazas. Lo cierto es que dar un paseo por Palma es una experiencia llena de contrastes. La abundancia de luz y de elementos decorativos en La Rambla, Plaça Major y el Born contrastan con una calle, como la de General Riera, en la que no existe ni una bombilla navideña, algo que ocurre desde hace años.
Pero entre ambos puntos existe un intermedio en el que se encuentran varias barriadas de Palma. Así, la zona de Velázquez tiene una buena iluminación, con bolas de gran tamaño que enlazan ambos lados de la calle. Junto al Mercat de l'Olivar, se mantienen las luces azules de su decoración –algo que se agradece tras comprobar que casi todos los dibujos apuntan al blanco y oro–. En la Plaça Madrid sorprende la decoración –numerosa– junto a las atracciones de la feria navideña, y las hileras de bombillas instaladas en la multitud de árboles que pueblan las calles Aragón –no en toda la calle– y 31 de Diciembre. En Blanquerna se ha optado, como el año pasado, por la colocación de estrellas plateadas que iluminan la zona peatonal.
Más lejos
Si nos alejamos un poco de estas zonas, la cantidad de luces disminuye. En muchos casos las estrellas de gran y mediano tamaño desaparecen y se sustituyen por hilos luminosos más o menos gruesos de color blanco colocados en las farolas. Los hay con forma de ocho, de peces invertidos, con pequeños detalles dorados que las complementan, o con, incluso, movimiento (pequeñas estrellas que aparecen y desaparecen dentro del dibujo).