El fútbol base ha vuelto a asistir este sábado a un bochornoso espectáculo en las gradas.
Tal y como sucedió en marzo de 2017 en Alaró, una vergonzosa pelea entre padres ha invadido las redes sociales con unas impactantes imágenes recogidas por un aficionado en las que se aprecian todo tipo de golpes, patadas e insultos durante un partido infantil entre el Beniaján y el Lorquí que se disputaba en el campo municipal de los Marques.
La trifulca comenzó en un sector de la grada, a escasos metros del terreno de juego, y pronto se vieron involucrados en ella varias personas, a las que se sumaron otras y también algunas más que intervinieron para separar a quienes se golpeaban en presencia de sus hijos, algunos de los cuales no pudieron evitar el llanto y los gritos ante lo que estaba sucediendo en un escenario en el que no había presencia policial. Según testigos presenciales, todo se desencadenó justo al acabar el partido cuando la madre de un jugador recriminó una acción ocurrida en el transcurso del choque a otra madre de un rival y eso generó una discusión a la que se unieron las parejas y de las palabras se pasaron a las manos con puñetazos, empujones y patadas entre los litigantes. Los clubes cuyos equipos disputaron el encuentro se han referido a este triste suceso con sendos comunicados colgados en Twitter criticando la actitud de quienes lo han provocado y los que han intervenido en la pelea. La Federación de Fútbol de la Región de Murcia (FFRM), igualmente mediante Twitter, ha calificado estos hechos de «lamentables, bochornosos e inaceptables», agregando que «no tienen cabida en el fútbol y, al mismo tiempo, ha informado de que el lunes citará a representantes de ambos clubes para abordar posibles consecuencias.