Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus, una enfermedad neurológica que una de cada seis personas sufrirá a lo largo de su vida, según los últimos datos facilitados por la Sociedad Española de Neurología.
¿Qué conocemos del ictus?
El ictus supone la segunda causa de muerte en España -la primera en mujeres-, también la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia.
Esta enfermedad neurológica afecta a unas 110.000-120.000 personas en España – 2.500 en Baleares-.
Aunque puede darse a cualquier edad, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60-65 años.
Cada año, fallecen en España más de 27.000 personas – 400 en Baleares- por sufrir una enfermedad cerebrovascular y, actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber padecido un ictus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de casos anuales de ictus se incrementará un 27% en los próximos 25 años.
Aunque en los últimos años se está registrando una tendencia a la baja en la mortalidad gracias a los trabajos de prevención, detección precoz y mejora de la atención neurológica especializada hospitalaria.
El ictus es una urgencia médica. Sin embargo, el retraso en la llegada al hospital es, sin duda, en la mayoría de los casos, el factor limitante.
Ante los primeros síntomas se debe llamar a 112.
¿Cuáles son los síntomas del ictus?
En el Día Mundial del Ictus, la Sociedad Española de Neurología ha explicado cuáles son algunos de los síntomas que permiten identificar la enfermedad. Así, detallan:
■ Pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo o sensación de “acorchamiento u hormigueo” de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.
■ Trastorno repentino de la sensibilidad.
■ Pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos.
■ Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendido por quien nos escucha.
■ Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente y sensación de vértigo, desequilibrio si se acompaña de cualquier síntoma anterior, son los principales síntomas de esta enfermedad.
Aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, con solo experimentar uno de ellos, ya es motivo de urgencia.