Rodeada de los bosques de Pawling, en Nueva York, se oculta una auténtica casa Hobbit, una vivienda tan confortable y eficiente energéticamente como si la hubiera construido un Bolsón.
En principio tenía que servir como cobertizo, pero poco a poco a Jim Castigan se fue convenciendo de que su sueño podía hacerse realidad.
Su constructor e ingeniero la diseñó palmo a palmo y con trabajo casi diario en varios años la hizo realidad.
Este fan acérrimo del universo de J.R.R. Tolkien concebió su obra basándose en los principales rasgos de las casas de los medianos de La Comarca, y por ello está perfectamente integrada en el paisaje y todo funciona con energía verde.
Más allá de su llamativo aspecto exterior, hasta cierto punto excéntrico, el interior cuenta con todo lujo de detalles que nos transportan al mundo fantástico que plasma el gran Tolkien en sus obras.
Se trata de un auténtico atractivo turístico, y muchos visitantes y curiosos se acercan a contemplarla en directo, si tienen la oportunidad.