Habíamos acudido al Molinar a por otro tema que nada tenía que ver con la música, pero por esas casualidades de la vida, nos lo encontramos. «Cantando, es un fenómeno», nos dijo el amigo. «¿En serio…?», preguntamos. «Sí, lo es. En reguetón y en trap, sobre todo, y también en algo de flamenco» -insistía el otro-.
José Joaquín Fernández Campos, gitano, no muy alto, de mirada tímida, cogió la guitarra y pasó a la acción, arrancándose con una de reguetón. Su voz es buena, y los textos te dicen algo. El estilo es puro reguetón, pero en su letra nada de machismo, ni odios, sino mucho amor y desamor; y algunas con el dinero como protagonista.
José Joaquín, que artísticamente se hace llamar J. Fernández, nos muestra los vídeos de las canciones que ha colgado en Youtube –que les recomendamos que vean y escuchen- y en su cuenta de Instagram, y que tiene un número de visitas, que para estar en los comienzo, arrojan unas cifras que no están nada mal. Porque es, como decimos, el principio. Que todo se andará, pues el chaval tiene mucho camino por recorrer.
Mientras tanto, ahí sigue, con los pies en el suelo, encerrándose en su habitación buscando la inspiración que le permita escribir bonitas letras que plasma a bolígrafo sobre el papel cuadriculado de su bloc. Luego, cuando ya tiene la letra, echa mano de la guitarra buscándole la música adecuada. En total ya tiene 17 temas suyos.
Ahora mismo, la ilusión de J. Fernández es la de hacerse un nombre y, si puede, triunfar, lo cual no es fácil, «pues somos muchos en este mundo y todos buscamos lo mismo: el éxito». Pero, honestamente, lo está intentando a base de constancia y empeño, ya que su ilusión «es sacar a mi familia de la pobreza. Es por lo que estoy trabajando en esto».
Mientras tanto, sigue con sus estudios de ESO, que alterna con la composición de canciones, edición de vídeos en la redes sociales, y, cuando se lo proponen, actúa en locales de Palma, «así como en bodas gitanas, bautizos y cosas así».
Se declara seguidor del portorriqueño Coscuyuela, «a quien estoy siguiendo desde que tenía seis años. Me gusta, sobre todo, por el estilo tan personal que tiene y por su forma de rapear. Es el mejor, al menos para mi».
Ahora está preparando una tiraera, que es una canción dirigida hacia alguien, hombre o mujer, ya bien ensalzándola a través de la letra, ya bien todo lo contrario, canción que suele tener casi siempre respuesta por parte de esta persona. Es como lo que se llama pelea de gallos, pero a diferencia de esta no se improvisa, lo cual, improvisar, tampoco se le da mal a él, «aunque yo prefiero la composición». Y como quiere pillar por sorpresa al que va dirigida su tiraera, no dice quien es. «Pero es un gitano, como yo. Que a mi no me gusta nada, pero algunas de sus canciones tiene muchos millones de seguidores. Por eso si me escucha y me contesta, será bueno para mi por la publicidad que me hará».
En cuanto a qué rapero le gusta más de los de la Isla, sin dudar dice que Rels B. ¿Y Valtonyc, qué te parece?, preguntamos. «¿Y ese, quién es…?», responde.
J. Fernández tiene un amigo llamado Santi, conocido por SJ Music, que en su casa ha montado un pequeño estudio de grabación. «Aparte de amigos -dice de él-, me guía y aconseja, por lo que viene a ser como mi mánager, por lo cual le estoy muy agradecido».
SJ Music, por su parte, opina de él que «es muy bueno con el reguetón latino mezclado con el arte gitano que sabe darle. Y en su rapeo, destaca cuando habla de la mujer, a la que considera algo grande, tanto que el hombre no puede vivir sin ella ni ella sin él, vamos, que se necesitan lo dos».
J. Fernández quiere hacer bien las cosas, por lo que no se deja aconsejar por las prisas. De momento va por el buen camino, además, eso de querer sacar a la familia de la pobreza es un factor que juega a su favor.
Así que, tranqui, amigo, que todo es cuestión de trabajo y tiempo. Que todo llegará.