El tango está lleno de despedidas», escribió Borges. No vamos a quitarle la razón al escritor argentino, pero lo cierto es que ayer el tango estuvo en el Born (Palma) lleno de encuentro.
Decenas de parejas se movieron al ritmo de la música del DJ gallego Magin López, en lo que significó la inauguración del XI Mallorca Tango Festival, que se celebra hasta el próximo domingo.
Parejas que formarán parte del festival y otras que viendo el buen ambiente que había en el Born se animaron a bailar.
Las parejas formadas por Roque & Gisele y German & Magdalena realizaron una exhibición para el deleite de los presentes.
Ariel Yuryevic, director del festival, explicó que el acto de este martes «está enfocado sobre todo al público local. Sin embargo, las parejas participantes de Mallorca son una minoría, ya que apenas llegarán al centenar. Como el tango es un baile y un idioma universal, cada año tenemos participantes de prácticamente todo el mundo: de Australia a Estados Unidos y de Japón a los países sudamericanos o del norte de Europa».
A este festival acuden seis parejas de bailarines profesionales que ofrecen clases para todos los niveles y realizan también exhibiciones. «Se dan 50 clases en cinco días y luego hay una importante parte de baile social que dura hasta la madrugada», explica Yuryevic, que cuenta con una escuela de tango en Palma. «Llegué hace 12 años a Palma y monté esta escuela. Al principio no venía casi nadie a aprender y entonces pensé que tenía que traerlo de fuera. El primer año vinieron 300 personas y el año pasado más de 1.000».
De todas formas, el número exacto de inscritos no se conocerá hasta que este miércoles se formalicen todas las inscripciones, ya que en cada edición suele haber bailarines que no se alojan en los hoteles de la organización y acuden minutos antes de que se celebre la primera clase a inscribirse en el festival.
Dos son los centros donde hasta el próximo domingo tendrán lugar las actividades. El hotel BQ Belvedere de Cala Millor acogerá el programa de día, que comenzará con clases de taichi, y de la tarde. En cinco días, habrá 50 clases de tango para todos los niveles.
Posteriormente, los participantes se desplazarán hasta Son Termens, donde tendrá lugar cada noche una milonga hasta las 5 de la mañana, con la participación de diversas orquestas. Y si alguien se queda con ganas de más, entre las 4.30 y las 8.00 de la mañana horas habrá, de nuevo en el hotel Belvedere, una after milonga. Oficialmente, el festival acaba el domingo (el lunes habrá más baile, pero fuera del programa oficial) y ahí sí que, como dijo Jorge Luis Borges, habrá muchas despedidas.